Domingo, 24 de enero de 2010 | Hoy
EL PAíS › LOS ENCUESTADORES ANALIZAN LOS PROBLEMAS DE COBOS PARA PERMANECER COMO VICEPRESIDENTE Y PRECANDIDATO OPOSITOR
Los analistas creen que a Cobos todavía le conviene quedarse en la vicepresidencia porque le da protagonismo. Pero agregan que las encuestas muestran un declive y dudan de que Cobos pueda seguir mucho tiempo más en el cargo.
Por Raúl Kollmann
Los encuestadores y consultores políticos sostienen que a Julio César Cleto Cobos le conviene quedarse en la vicepresidencia: es un lugar donde tiene exposición, está en el centro de la escena y le sería muchísimo más difícil sostener su imagen como líder de la oposición o como candidato en el llano. Los especialistas consultados por este diario creen que, de todas maneras, la jugada tiene un límite en el tiempo. Va a haber un momento –algunos auguran que podría producirse en unos seis meses– en que tendrá que prepararse en serio para disputar la interna abierta de cara a 2011. Mientras tanto, sufre igualmente algún desgaste porque ya no se trata sólo de la ofensiva en su contra del oficialismo, sino también de figuras de la oposición.
Hugo Haime, titular de Haime y Asociados, realiza el siguiente diagnóstico: “Cobos necesita un lugar donde aparecer, donde tener protagonismo. Su crecimiento fue desde ahí, desde el Senado y la vicepresidencia. Como no tiene una estrategia de construcción política, se mantiene allí. Y eso es lo que le conviene. Hay que ver qué sucede con el paso del tiempo”.
“Todo indica que va a seguir en la vicepresidencia a cualquier costo –sostiene Enrique Zuleta Puceiro, de Opinión Pública, Servicios y Mercados (OPSM)–. Tiene imagen positiva por su forma ambigua de ser y porque tienen aceptación las virtudes que la gente percibe en él: capacidad para consensuar, posiciones razonables, moderadas. Los personajes políticos que dominan la escena, el matrimonio Kirchner, Elisa Carrió, no tienen esas características.”
Pero, más allá de ese lugar de alta visibilidad que le permite la vicepresidencia, los encuestadores coinciden en que Cobos viene en declive, aunque también cae la imagen de buena parte de la clase política. Analía del Franco, cabeza de Analogías, asegura que “tanto Cobos como el resto están bajando en su imagen en forma paulatina, desde hace rato. En el caso del vicepresidente tenía la ventaja de que estaba en un lugar de privilegio, donde se apreciaba su postura de conciliador. Tenía la delantera como pacificador. Ahora ya entró en la discusión política. No sólo sufre cuestionamientos del oficialismo, sino también de la oposición”.
Ricardo Rouvier, de Rouvier y Asociados, parte de una mirada muy dura: “Es una situación insostenible. Es un hecho inédito que tenga la doble función de líder de la oposición y vicepresidente. Por supuesto que sigue siendo un político de buena imagen, pero las cosas se le van haciendo más difíciles en la medida en que el Gobierno pone más en evidencia su situación institucional. Sin dudas, puede perder imagen. La Presidenta está denunciando lo que sucede y ya se escuchan voces, como la de Ricardo Alfonsín, que también marcan lo mismo. La lógica es que todo eso le genere dificultades en la imagen”.
Haime sostiene que “hoy por hoy, toda la dirigencia política está en caída, salvo Pino Solanas. El menos cuestionado es Cobos. Su balance entre imagen positiva e imagen negativa es levemente positiva. Todos los demás están con más opiniones negativas que positivas. En ese marco, Cobos bajó, como bajaron todos. Pero se lo percibe como una alternativa al oficialismo y ante la falta de alternativas en la oposición. Pero en la sociedad no hay cobismo. ¿Figura al frente en un escenario de ballottage contra cualquier otro candidato? Sí. ¿Pero hay cobismo? No. De todas maneras hay que ver si eso se sostiene en una carrera electoral”.
Zuleta Puceiro también destaca que no siempre la imagen positiva se traduce de manera automática en votos. “Hoy por hoy, Cobos tiene un 23 por ciento de intención de voto, casi igual que lo que tiene Néstor Kirchner. Insisto, lo fuerte es su imagen. La gente no lo percibe como un conspirador, sino como un hombre más bien tranquilo, que trata de traer soluciones”, explica.
Fuera de su imagen, algo que los analistas perciben es la dificultad que tiene Cobos para tejer un armado político sólido. Más bien, daría la sensación de que cada día le resulta más complicado y en eso pueden tener que ver los límites del doble juego de mantenerse en la vicepresidencia y como cabeza de un armado opositor.
“Cualquiera le diría que se quede en donde está. Para su carrera, que lo critiquen la Presidenta o Elisa Carrió no le viene mal, sigue estando en el centro de la escena”, dice Hugo Haime. “Pero si yo fuera su asesor, tendría dudas, porque al mismo tiempo no construye. El necesita mostrar que tiene una idea de país y la vicepresidencia no es el lugar. Lo atacarían de inmediato. Tal vez esté en su cabeza mantenerse allí hasta dentro de un año. Yo tengo dudas de que eso sea lo mejor.”
Zuleta Puceiro destaca que “poco a poco aparece en la opinión pública la postura de que tener un proyecto de oposición es incompatible con ser vicepresidente. Eso está creciendo. Al mismo tiempo, quedarse en la vicepresidencia refuerza su imagen porque lo sitúa como un moderador. Y hay un fenómeno: la gente no quiere escuchar hablar mal de Cobos, como cuando no quería escuchar cosas malas de Fernando de la Rúa”.
“Yo diría que en agosto va a tener que dar un paso –concluye Zuleta–. Es que en ese momento ya quedará claramente delineada la interna abierta para 2011 y él tendrá que jugar sus cartas. Cobos necesita ganar una interna para reafirmarse como candidato serio.”
Artemio López, director de Equis, sostiene que “a pesar de su relativa imagen positiva, y demostrando que la dimensión electoral es mucho más compleja que la de imagen, Cobos ve alejarse día a día sus chances de establecer alianzas al interior de la coalición panradical que desborden las fronteras de la UCR”.
“De cara a 2011 mucha oferta electoral falta concretarse adicionalmente a la UCR en cabeza del viceopositor, como para imaginarlo ya con las chances presidenciales que su ‘requetebuena’ imagen suele atribuirle en los medios. Ni Elisa Carrió y tampoco Hermes Binner parecen decididos a ser partenaires de Cobos. Ni siquiera toda la UCR lo ve con simpatía y así lo expresan muchos de sus dirigentes históricos”, agrega Artemio.
“Por supuesto que él no se quiere bajar de la vicepresidencia porque le conviene. Es un lugar de mucha exposición y gran repercusión. Las grandes polémicas por supuesto que lo ponen en el centro de la escena: le viene bien estar en la pelea grande para seguir haciéndose conocido. Pero ahora tiene el problema que ya buena parte de la oposición se dio cuenta del juego”, redondeó Del Franco.
Rouvier lo pone así: “En las encuestas aparece como un factor de equilibrio, pero al mismo tiempo no se lo ve como una persona que está construyendo una alternativa política. Tampoco aparece la imagen de gobernante. Es decir, que aparece mucho más como un dirigente que le pone límites al Ejecutivo que un líder de la oposición. Ese es un problema para él”.
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