Tras el cierre del capítulo Cobos y su voto a favor de la remoción de Martín Pérez Redrado en contra de las indicaciones del partido, los radicales trataron de mostrarse sin fisuras y cerraron ayer su encuentro de San Nicolás con la definición de los temas que impulsarán en el Congreso en el arranque del período de sesiones ordinarias. La agenda del radicalismo, que al cabo de este año pretende instalarse ante el electorado como un partido con vocación de poder para suceder al kirchnerismo, incluye tres puntos: el rechazo al Fondo del Bicentenario, la reformulación del Presupuesto 2010 y la convocatoria a las demás fuerzas de la oposición a un debate para lograr la coparticipación del ciento por ciento del impuesto al cheque.

En rigor, los radicales ya están operando en contra del Fondo del Bicentenario en el Senado. El decreto de necesidad y urgencia mediante el cual Cristina Fernández dispuso la utilización de reservas para el pago de la deuda debe ser ratificado al menos por una de las Cámaras legislativas para seguir en pie. El oficialismo no tiene chances de conseguir su aprobación en Diputados y pone todas sus fichas en Senadores.

La UCR está en contra del Fondo del Bicentenario y advierte sobre el uso que se le quieren dar a las reservas. “Oculta la intención de seguir gastando y disciplinar gobernadores”, expuso el presidente del partido, Ernesto Sanz, y declaró que los radicales “trabajaremos para lograr el consenso para que la decisión del Gobierno no triunfe”. Sanz sólo se mostró dispuesto a discutir una salida alternativa si el Gobierno se compromete a “usar las reservas como garantía” del pago de la deuda en dólares durante el 2010.

En su paso por San Nicolás, Cobos buscó congraciarse con los radicales, con quienes se sacó chispas al desoír el consejo partidario de votar en contra de la remoción de Pérez Redrado y se mostró obediente a los dictados de la UCR: dijo estar en contra del Fondo del Bicentenario, consideró que “no hay consenso para aprobarlo en Diputados ni en el Senado” y llamó a tratar una ley más “integral” para “resolver las deudas de las provincias”.

Esta semana, la oposición se anotó un punto a favor en la Cámara alta cuando consiguió sumar a los peronistas pampeanos “no alineados” Carlos Verna y María Higonet y quebrar el empate en 35 votos que tenía con el oficialismo en la puja por el reparto de las 26 comisiones del Senado. Con la balanza inclinada a su favor, los opositores reclamaron mayoría en todas las comisiones y la presidencia de catorce de ellas.

La oposición negocia para reunir el mismo número en contra del Fondo del Bicentenario, aunque no está claro que vaya a lograrlo: los pampeanos –según adelantó Verna– recién definirán su voto en los primeros días de marzo y la correntina Josefina Meabe podría sacar los pies del plato. Meabe llegó al Senado de la mano del ex gobernador Arturo Colombi y no integra el bloque radical. En caso de empate, la UCR ya tiene asegurado el voto no positivo de Cobos, decidido a hacer buena letra para asegurarse el apoyo del partido a su postulación en 2011.

Los radicales no quieren perder el impulso y por eso los 16 senadores y 43 diputados que deliberaron en el Hotel Colonial de San Nicolás resolvieron también consensuar con el resto de la oposición la convocatoria a un debate parlamentario para modificar el reparto del impuesto al cheque. El objetivo es conseguir la coparticipación de la totalidad de los recursos recaudados por esa vía.

Los legisladores del radicalismo decidieron, además, impulsar la reformulación del Presupuesto 2010. “Antes de empezar a funcionar, ya fue modificado. Este es un país sin presupuesto por decisión del Gobierno”, fundamentó Sanz.