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Sin grandes variaciones en los valores y escaso movimiento de fondos, los mercados financieros parecieron ignorar ayer toda tensión política dejando que primara la apatía. El índice de papeles líderes de la Bolsa de Comercio, Merval, subió 0,42 por ciento, con operaciones totales que apenas superaron los 36 millones de pesos. El dólar se mantuvo en 3,88 pesos y el euro cerró en 5,30 pesos.

La noticias más relevantes vinieron de la plaza cerealera. Aunque no hubo grandes cambios en las cotizaciones, los mercados de granos se mantienen expectantes al informe que mañana divulgue el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), con las proyecciones de oferta y demanda de la presente campaña. El informe incluirá una estimación de la producción estadounidense de maíz de la actual temporada, particularmente esperada después de las tormentas que afectaron las cosechas a comienzos del invierno.

La tendencia en Chicago fue levemente alcista, con mejoras apenas superiores al medio por ciento para la soja y una ganancia algo menor para el trigo. La Bolsa de Comercio de Rosario apenas si reflejó esos cambios, con valores que se mantuvieron prácticamente en los niveles del viernes último. “El contagio del mercado externo está limitado por la proximidad de la cosecha gruesa”, sostienen los analistas del mercado rosarino. Sin embargo, las expectativas estarán puestas en las próximas estimaciones para el mercado mundial, que podría derivar en una baja generalizada por una oferta que se espera mucho más abundante que en las temporadas anteriores.

No sólo las estimaciones que presente el informe mensual de la USDA centra la atención, particularmente en lo referido al maíz. Para la exportación argentina, más trascendente pueden resultar los datos sobre una zafra sojera estadounidense probablemente record. A ello se suma que Argentina obtendrá una cosecha también record, entre los 52 y 54 millones de toneladas, Brasil alcanzaría las 65 millones de toneladas y Paraguay probablemente se convierta en otro fuerte competidor, con una oferta exportable también sin precedentes. En este panorama, no resultan descabelladas las proyecciones que ubican los valores para el mercado argentino en 800 pesos la tonelada en plena cosecha, frente a los 850/900 pesos de las últimas semanas.

Según el análisis de consultoras especializadas, el mercado local todavía no reflejó la baja observada en los últimos meses en Chicago. Y los volúmenes comprados por la exportación y la industria aceitera son bastante escasos para esta fecha. “Eso se debe a que hay una actitud de descreimiento de algunos productores, que piensan que a último momento se pueden recuperar los precios.” Los valores de paridad a los que se negocia la soja argentina se ubican entre 215 y 220 dólares la tonelada, pero las proyecciones indican que podría sufrir un descuento mayor.