“Son todos caciques y ningún indio”, decía con fastidio un dirigente radical, cuyo bloque de senadores es el más grande de la oposición y garantiza el alineamiento de todos sus legisladores. Se trataba de una crítica para los legisladores del PJ disidente, que no logran contener al ex presidente Carlos Menem, quien en los últimos meses se convirtió en el hombre que decide el fracaso o el éxito de la oposición en la Cámara alta. Ayer, cuando los sectores opositores empezaban a contar los votos para la sesión del miércoles, volvió a surgir el interrogante sobre la presencia del riojano, quien prefirió volver a jugar al misterioso. Sus compañeros del justicialismo disidente ya no querían responsabilizarse por la actitud de Menem y adelantaban que ellos iban a participar de la sesión. Hoy por la tarde en la reunión de Labor Parlamentaria se definirá el orden del día, entre el que se encuentra la aprobación del pliego de Mercedes Marcó del Pont como presidenta del Banco Central, la coparticipación del impuesto al cheque y el rechazo del DNU del Fondo de Desendeudamiento.

Después del largo descanso en el Senado producto de los feriados de Semana Santa y del 24 de marzo, la Cámara alta retoma hoy su actividad con la reunión de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales, a la que estaba invitado el ministro de Justicia, Julio Alak. La presidenta de la comisión, Sonia Escudero (PJ disidente-Salta), convocó al encuentro para hoy a las 14.30 en el Salón Illia, donde también fueron invitados el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde; el director del Servicio Penitenciario Federal, Alejandro Marambio Avaria, y la subsecretaria de Asuntos Penitenciarios, Lía Elisabeth María. Sin embargo, el ministro la llamó personalmente a Escudero ayer por la noche para avisarle que no podría asistir al encuentro por cuestiones de agenda vinculadas con la visita del presidente de Chile, Sebastián Piñera.

De todas maneras, la comisión se reunirá igual con el objeto de debatir un proyecto con media sanción para reformar el Código Penal e incluir la tipificación de delitos de lesa humanidad.

Pero el plato fuerte del día será sin dudas la reunión de Labor Parlamentaria, en la que todos los presidentes de bloque acordarán los temas a tratar en la sesión de mañana. Tras varios fracasos consecutivos, sectores de la oposición ratificaron su decisión de sentarse en el recinto y permitir que se trate primero el pliego de Mercedes Marcó del Pont, para luego seguir con la coparticipación del impuesto al cheque y el rechazo al DNU 298/10. Sin embargo, para tratar los últimos dos temas la oposición necesitará contar con asistencia perfecta, es decir, 37 senadores, ya que, según lo que había adelantado Miguel Pichetto, el oficialismo no acompañaría el tratamiento de iniciativas contrarias a los intereses del gobierno nacional.

En ese contexto, una vez más los opositores dependen de la presencia de Menem, quien en la última sesión se ausentó por un problema de salud y dejó a los 36 senadores sentados infructuosamente en sus bancas. Allegados al ex presidente no querían adelantar qué hará el riojano, aunque señalaron que ya se encuentra recuperado. Distintas fuentes del PJ disidente deslindaron responsabilidades sobre su compañero, ya que no forman parte de un bloque único, sino que integran un interbloque. “Cada uno es dueño de su voto”, repetían cerca de una importante senadora justicialista antikirchnerista. Lo cierto es que el puntano Adolfo Rodríguez Saá es quien mantiene generalmente contacto telefónico con Menem y oficia de “coordinador” del interbloque. Cerca del ex gobernador negaron que se hayan comunicado en los últimos días, por lo que su actitud sigue siendo un misterio.

Si Menem no concurre, los opositores temen que se repita la escena de la sesión preparatoria, en la que luego de votar autoridades de la Cámara, el kirchnerismo se levantó del recinto y dejó a los opositores sin la posibilidad de votar el reparto de las comisiones. Sin embargo, dentro del propio oficialismo se debatía la actitud a seguir, porque varios senadores manifestaron sus dudas a levantarse de sus bancas a la hora de votar la coparticipación del impuesto al cheque, algo que podría beneficiar a sus provincias. El FpV enfrentará ese debate en la reunión de bloque, que se hará inmediatamente después de la reunión de Labor.