Luis “El Gallego” Fernández, padre de una de las víctimas del incendio en Cromañón, se movía inquieto en la bandeja de los asesores del PRO. Parecía estar esperando el turno de Aníbal Ibarra. Cuando los empleados de seguridad movieron una valla, levantó un ladrillo y les dijo: “Dejámelo, que se lo tiro por la cabeza”. Luego se acercó a la bandeja, donde conversó unos minutos con el legislador macrista Martín Borrelli. Según allegados al diputado, “trató de que se calmara”. Luego, cuando Ibarra empezó a hablar, Fernández se colocó un vaso de plástico en la cabeza: “Es mi kipá”, decía. La kirchnerista Gabriela Alegre se acercó luego a Borrelli y le dijo: “Es muy cobarde que vuelvan a usar a los familiares de Cromañón. Se ve que están preocupados”. Borrelli respondió agrediéndola: le pegó un empujón en el hombro. En seguida, se armó una batahola de legisladores. El Gallego Fernández –que estuvo en algunos episodios de violencia hacia funcionarios ibarristas– comenzó a gritarle a Ibarra: “¡Andate de la política! ¡Te lo digo por última vez!”. Finalmente, fue desalojado por la seguridad de la Legislatura. Cuando le tocó su turno, Gabriela Alegre planteó: “Acabo de sufrir un incidente con el diputado Borrelli, vamos a evaluar en mi bloque enviar una denuncia a la Junta de Etica”. Luego, en el bloque kirchnerista, confirmaron que la agresión del diputado macrista a una legisladora mujer será llevada a la junta.