Y un día se terminó el amor. Mauricio Macri destiló algo de la bronca que reunió hacia Francisco de Narváez, luego de que su ex aliado lo cuestionara por atacar a los jueces y anunciara que se va a presentar a la Justicia para que defina si puede ser candidato a presidente. “Su ambición es entendible, pero no es coherente con lo que proponíamos en las elecciones pasadas con un proyecto global”, advirtió el jefe de Gobierno.

“Pero él sigue trabajando en un proyecto personal”, se quejó. El líder de Unión Celeste y Blanca optó por no responderle. Desde su espacio en Capital, el legislador Daniel Amoroso planteó ante Página/12: “Francisco va a ir a una interna colectiva en el PJ. Personalismo es lo que va a suceder en el PRO, donde no va a haber internas”.

De Narváez confirmó que piensa presentarse ante un juez electoral para que defina si puede ser candidato a presidente. En la misma semana en que Macri avanzó sobre un grupo de jueces porteños y luego de una andanada de críticas al juez federal Norberto Oyarbide, De Narváez también marcó su distancia: “No se puede criticar a los jueces cuando toman medidas que no gustan. Cuando uno es un hombre público, tiene la obligación de someterse a la Justicia cuando lo demanda”. Y recordó: “A mí no me procesaron”.

Si bien tanto en el PRO como en el espacio de De Narváez destacan que el dirigente también dijo que creía en Macri y que no están peleados, la frase no parece haberle caído en gracia al jefe de Gobierno. Además de advertir que trabaja “en un proyecto personal”, señaló que no lo convence su decisión de presentarse a las internas del PJ: “Tengo dudas si va a haber internas abiertas y simultáneas. Kirchner hará lo que le beneficie a él, porque le importa tres cominos la calidad institucional de este país”, consideró Macri en una recorrida de campaña por Mar del Plata.

En el entorno del jefe de Gobierno salieron a poner paños fríos a sus declaraciones: “Con De Narváez hicimos un acuerdo y no está siendo coherente. No es una crítica, es un comentario casi periodístico”, indicó un dirigente muy cercano a Macri. “Cuando se le pase al Colorado, esperemos que volvamos a estar juntos”, se esperanzó. La intención, está claro, no es romper todos los puentes: tanto el referente bonaerense Jorge Macri como el titular de PRO, José Torello, tienen conversaciones a menudo.

Del lado de De Narváez también intentaron bajarle el tono a la pelea: aseguraron que no tenía pensado responderle –no lo hizo en una recorrida por La Matanza y Merlo–, pero dejaron en claro que no piensa volver a Unión-PRO. En plan de conseguir un candidato a presidente, incluso volvió a hacerle un guiño a Carlos Reutemann en Twitter: “Es una persona con experiencia y sabe medir sus tiempos”, le regaló. “Macri nos manda emisarios a decirnos que nos tenemos que juntar y después nos trata con menosprecio”, se quejaban en las oficinas de Las Cañitas. Más directo fue Amoroso, que dejó el macrismo para organizar la fuerza porteña de De Narváez: “No coincido con lo que dice Mauricio, porque Francisco va a competir por la interna del PJ. Si eso es personalismo, no me quiero imaginar lo que es PRO, donde no va a haber internas y se está hablando de que la candidata es Gabriela. ¿Por qué no hay internas para dirimir entre Michetti, Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli?”, metió el dedo en la llaga. Cosas de la política y de Twitter: De Narváez le mandó un feliz cumpleaños a Michetti y ella le respondió con “besos!”.