Destellos de menemismo explícito se vivieron ayer en Tandil por la fiesta de casamiento del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, que celebró su unión con Juliana Awada en la exclusiva estancia La Carlota junto a casi doscientos invitados VIP. El festejo fue vivido por el bloque PRO como un acto más de campaña y sus asesores lo consideraron una buena ocasión para “humanizar” la figura del procesado jefe comunal.

“En un rato voy a estar compartiendo algunas imágenes de Tandil y nuestro casamiento vía Twitter”, anunció Macri minutos antes de las 19. Para entonces ya habían llegado casi todos los convocados –funcionarios, estrellas de TV y futbolistas– al predio de 3000 hectáreas del tío materno del novio, Jorge Blanco Villegas, a 60 kilómetros de la localidad bonaerense.

Allí estaban los diputados Gabriela Michetti y Federico Pinedo, además del misionero Ramón Puerta y el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Sorprendió el presidente del PRO, José Torello, vestido íntegramente de blanco. Francisco de Narváez (cuya mujer, Agustina Ayillón, es amiga de Awada) tampoco quiso perderse la cita y se mezcló junto a algunas de las principales figuras de la farándula local, como Valeria Mazza, el manager Guillermo Coppola y el chimentero Jorge Rial. Varios de ellos se alojaron en la coqueta Posada de los Pájaros (sólo veinte cuartos con tarifas de hasta 750 pesos la noche) y llegaron a la estancia en lujosos autos y camionetas. Varios recordaron que ya es la tercera vez que Macri se casa. “Me parece bien que siga apostando al amor. Ha apostado varias veces”, bromeó el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi.

La propia Awada supervisó cada detalle de la ambientación, incluyendo el living con flores blancas donde los invitados cenaron lomo y ojo de bife, acompañado por doce tipos distintos de ensaladas. La organización general del evento quedó a cargo de Bárbara Diez de Tejada, la wedding planner esposa de Rodríguez Larreta. “Trabajamos con una hoja de ruta de la fiesta, donde se indica desde la hora en que se planchan los manteles hasta el momento en que llega el hielo”, le confió Diez a la edición local de la revista ¡Hola!

Antes de la fiesta, Macri habló con la prensa y dijo que esperaba que el vestido de su mujer fuera distinto al del civil, atuendo al que calificó de “look cortina”. Vestido con un traje que le regaló Chiche Gelblung, el jefe de Gobierno dijo que su nueva esposa era “una mezcla de pulpito y hechicera” y negó que Awada esté interesada en política. “No creo en el modelo de pareja en que los dos se superponen en el mismo ámbito de actuación”, definió. Como un aggiornamiento del discurso empresario, Macri confirmó que no aceptaron regalos: sólo donaciones para la Fundación Susana Trimarco.

Varios VIP se bajaron a último momento. Mirtha Legrand y Susana Giménez no dieron explicaciones. Marcelo Tinelli dijo que tenía el cumpleaños de su hija. Tampoco asistieron el padre de Macri, Franco –que sí estuvo en el civil–, ni el legislador Fernando De Andreis. “Si no después los otros legisladores (del PRO) dicen que tiene coronita”, comentaron en su entorno.