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La voz de Pablo Ferreyra transmite serenidad. Poco después de recibir la noticia del procesamiento de José Pedraza, a quien sindicó desde el comienzo como autor intelectual del crimen, el hermano mayor de Mariano Ferreyra no oculta su satisfacción por la decisión judicial, elogia el trabajo de la jueza Wilma López y el fiscal Fernando Fiszer en la investigación y admite estar sorprendido por el ritmo de la causa. “Es una excepción, pero debería ser la regla”, advierte.

–¿Qué sensación le genera el procesamiento de Pedraza?

–Me ratifica la confianza que pusimos en la jueza y en la fiscalía, que avanzaron sobre la autoría intelectual como esperábamos. Todavía no dispongo de las herramientas para hablar de la resolución, pero por supuesto estamos contentos y apoyamos la decisión para que la causa siga avanzando sobre las responsabilidades policiales. El procesamiento ratifica nuestros pasos anteriores, ya que como familiares desde un primer momento habíamos señalado a Pedraza como autor intelectual.

–Meses atrás, usted hablaba de los responsables políticos del crimen y de los intereses de la Unión Ferroviaria. ¿Pedraza es el principal responsable político?

–Sé que la jueza también investiga responsabilidades en la Secretaría de Transporte, pero el vértice de la pirámide es claramente Pedraza. Si bien el fiscal (Fernando) Fiszer señaló que todavía no se conocen los límites o el alcance de la organización responsable del asesinato, creo que Pedraza representa uno de los puntos más altos. Por supuesto que se puede seguir investigando y sabiendo más cosas, pero al menos nosotros lo consideramos el principal responsable intelectual.

–¿Qué expectativa tiene en el avance de la investigación sobre el rol de la Policía Federal?

–Eso queda a consideración de la fiscalía, pero sé que ya pidieron la indagatoria de cinco policías. Posiblemente la investigación vaya hacia ese lado, porque a eso nos tiene acostumbrados la jueza, a la seriedad, que se refleja en hermetismo y que siempre hizo confluir en un resultado positivo para nosotros. Es casi seguro de que la policía omitió cosas gruesas, porque actuaba en forma conjunta con la patota que mató a mi hermano.

–Cuatro meses atrás, en la primera entrevista posterior al asesinato, usted dijo: “Me importa el paquete, quién reclutó, quién organizó”. ¿Pudo encontrar una respuesta?

–Totalmente, por eso señalo que desde el principio apuntábamos a esto, no al eslabón más débil sino al autor intelectual, y justamente la punta era Pedraza y la Unión Ferroviaria. Estaba claro desde el primer momento: un delegado de la Unión Ferroviaria interviniendo en el armado de la patota, los permisos dados y otras cosas que se fueron planteando. Creo que estamos cada vez más cerca de la verdad y esperamos que se siga a este ritmo y con esta seriedad.

–¿Le sorprende el ritmo de la causa? Porque es atípico...

–Es sorprendente, sí. Es una excepción, pero debería ser la regla. Para cualquier crimen político debería haber una investigación a fondo como la que hubo en este caso, con una Justicia independiente de cualquier presión y sin las manos atadas. Por supuesto que la jueza recibió presiones de la Unión Ferroviaria, también la fiscal anterior (Cristina Caamaño, actual viceministra de Seguridad) tuvo amenazas concretas en el juzgado, y no hay que olvidar todo el tema de la alteración de la evidencia principal: la bala. Todo esto permite entender que estamos ante una organización mafiosa que intenta persuadir de no seguir investigando, y habla también de la valentía y el coraje para avanzar tanto de la jueza como de la fiscalía.