A Francisco de Narváez le patinó el embrague y se habló encima. “Kirchner eligió morirse antes de volver a perder”, aseguró el candidato a gobernador y aliado de Ricardo Alfonsín. Antes de que le llovieran las críticas, el empresario intentó disculparse con “la Presidenta y su familia”. Su frase se sumó a la cadena de exabruptos de los opositores de los últimos días, que incluyeron a Elisa Carrió y Eduardo Duhalde. El ex mandatario había afirmado que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner estaba dañada psicológicamente, mientras que Carrió aseguró que “a lo mejor no lo lloró tanto” a su marido. “Se le terminó el luto”, decretó la líder de la Coalición Cívica. Desde el kirchnerismo, advirtieron que “excedieron el límite moral”.

Cuando la Presidenta anunció finalmente que buscará la reelección, Carrió salió por televisión a explicar que ella no se había equivocado en su pronóstico de que iba a desistir. En cambio, aseguró que CFK la había engañado porque “es una gran mentirosa”. La candidata a presidenta de la CC aseguró también que “el luto es parte del disfraz. Yo tenía mucha pena pero me engañó, así que el duelo terminó y ya se puede sacar el vestido negro”. Duhalde contribuyó como psicólogo amateur cuando dijo que “tiene un deterioro psicológico muy grande. No tiene condición de gobernar”.

A la lista de exabruptos se sumó ayer De Narváez, con la distinción de que –a diferencia del resto– luego pidió disculpas. “Yo confronté duramente con Kirchner. Creo que él eligió morirse antes de volver a perder una elección. Perdió en 2009 y como buen político que era, él olfateó que no se ganaba en 2011, que era fin de ciclo. Y no lo soportó”, dijo el candidato a gobernador, que no explicó cómo el olfato político puede llevar al cese automático de las funciones corporales.

“Una persona que tuvo dos accidentes cardiovasculares y que no se detuvo es porque entendió que había un camino. Murió con las botas puestas. No comparto con él casi nada, pero era un animal político. Un animal político entiende cuando es un fin de ciclo. Y él lo entendió”, diagnosticó el doctor De Narváez. Luego volvió sobre la teoría del “doble comando”, en versión 2011: “Se murió el que gobernaba y hay un desgobierno. El kirchnerismo se está cayendo a pedazos”. Puesto a vaticinar, el empresario auguró que el líder de la CGT, Hugo Moyano, va a “ir en cana” porque “está metido hasta las manos” en la causa de la mafia de los medicamentos. Sobre la Presidenta, De Narváez opinó que “los argentinos le reconocieron a ella la valentía de seguir adelante, pero todo tiene un límite. Ya perdió”.

Poco después, De Narváez le estaba pidiendo disculpas a la mandataria y “a su familia”. “Considero que mi frase fue desafortunada, pero sin ninguna intención de ofender”, aventuró el candidato. “Era parte de un análisis político en el que intentaba explicar que Néstor Kirchner no podía perder otra elección”, dijo, ya en plan de control de daños.

Salió a responderle el diputado kirchnerista Edgardo Depetri. El dirigente acusó a De Narváez, Duhalde y Carrió de “provocar un escenario de violencia para ver si logran sacar algún provecho político”. “Nosotros no vamos a reaccionar ante la deshumanización y la denigración de la condición humana. Excedieron el límite moral; sus discursos son una falta de respeto a nuestro ex presidente, su familia y los argentinos que aún están de duelo por la muerte de Néstor Kirchner”, remarcó Depetri.

“Se están dando cuenta que por el voto popular no llegan a ningún lado, entonces dicen barbaridades para que los repliquen los medios concentrados que están en contra de los intereses de los argentinos”, remarcó el dirigente del Frente Transversal. “La política es la ciencia de los principios, de la búsqueda del bienestar de los ciudadanos. Es claro que estos personajes no lo entendieron así. En el fondo, han demostrado su verdadero ser: están enfermos del alma y el pueblo les dará su castigo en las urnas.”