No alcanzó con haberse unido, ni con las enérgicas participaciones en los medios en el último tramo de la campaña. La izquierda trotskista nucleada en el Frente de Izquierda (FIT) –que integraron el Partido Obrero (PO), el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) e Izquierda Socialista (IS)– no pudo superar la barrera de “cero coma algo” por ciento de la adhesión del votante porteño. “No logramos que el potencial militante, que es muy numeroso en los colegios, en las fábricas, la universidad y algunos gremios, se transforme en una tendencia electoral definida, el electorado ha vuelto a quedar atrapado por alternativas de carácter capitalista, aunque éstas volvieron a exhibir su fuerte fragmentación”, evaluó Marcelo Ramal, del PO, candidato a primer legislador porteño. Las tres fuerzas coincidieron en instar a sus electores a no votar “ni a Filmus ni a Macri” en el ballottage. Pero más allá de las declaraciones, el bajo resultado obtenido ayer les preocupa con vistas a las elecciones primarias de agosto.

Al cierre de esta edición, el FIT conseguía el 0,78 por ciento, por debajo de Ricardo López Murphy y Javier Castrilli. Luis Zamora, con su agrupación Autodeterminación y Libertad (AyL), obtuvo el 1,47 de los votos, mientras que César Rojas, del Nuevo MAS, sacó el 0,15. A mediodía, la candidata a jefa de Gobierno del FIT, la abogada Myriam Bregman (PTS), emitió su voto en la escuela Familia de Cabezón, a pocos metros del Obelisco, y destacó “la gran campaña militante que logró instalar la voz de izquierda”. Más tarde explicaría que “la ventaja que sacó Macri es también resultado de que tanto Filmus como Solanas aceptaron la agenda de derecha impuesta por el PRO, en particular en el tema de la seguridad”.

Marcelo Ramal votó en la escuela Manuel Sola, de Almagro, junto a su hijo Fernando. Consultado por Página/12 dijo que “con el PRO ha triunfado la derecha populista, que combina expresiones sociales de carácter contradictorio, pero que como otras experiencias derechistas del mundo carece de todo futuro de cara al agravamiento de la crisis social y de las aspiraciones insatisfechas de la Ciudad”.

Para este economista y dirigente del PO, “el kichnerismo es el gran derrotado, luego de haber asumido los planteos de seguridad del macrismo”, y señaló que “aunque el Frente no logró ampliar su votación realizó una campaña enérgica y atrajo la atención y la adhesión de muchos de los que luchan en la Ciudad por la educación y la salud públicas, y por la vivienda popular”. Sobre la posición que adoptará el FIT en la segunda vuelta electoral, Ramal enfatizó: “Vamos a profundizar la oposición política al derechismo macrista y al falso progresismo kirchnerista que sigue rescatando al capital con la plata de los jubilados, no votaremos por ninguno”.

En el mismo sentido se pronunció José Castillo (IS), candidato a vicejefe de Gobierno, al expresar que (Daniel) “Filmus no es alternativa ante (Mauricio) Macri, quien representa a la centroderecha que vino haciendo de la Ciudad un gran negocio para las patronales”.

Para Christian Castillo (PTS), “fue una elección polarizada donde Macri y el gobierno nacional hicieron pesar los aparatos gubernamentales que controlan, un voto conservador a los actuales oficialismos”, y consideró que “a pesar de que nos votó una minoría, la campaña militante que realizamos es una base para quebrar en la Ciudad el piso proscriptivo de la elección de agosto”.

El llamado “factor Zamora” fue decisivo y duplicó los votos del Frente de Izquierda. Con una campaña caracterizada por su austeridad, la lista de Autodeterminación y Libertad superó los 25 mil votos, con lo que obtuvo algo así como el 1,47 por ciento.