La marcha de las antorchas se detuvo a escasos metros de la Embajada de los Estados Unidos por un vallado de la Policía Federal después de caminar las tres cuadras que la separan de Plaza Italia. La formaban militantes de la CTA, ATE, Suteba, el Partido Comunista, Nuevo Encuentro, el MTL, el Comedor Los Pibes y otras organizaciones políticas y sociales que levantaban un solo reclamo: la libertad de los cinco agentes cubanos detenidos en distintas prisiones de EE.UU desde hace trece años. La demanda de su inmediata liberación fue subrayada en el acto posterior, donde un puñado de dirigentes ofreció breves discursos, se leyeron adhesiones y hasta se jugaron cinco partidos de fútbol 5, una iniciativa de la ONG La Poderosa, con una copa como simbólico trofeo, la copa “Obama, libera a los cinco ya”.

Vivian y Alida, dos jóvenes que se autoconvocaron por el blog del cantautor Silvio Rodríguez, mostraban una pancarta con fotografías enviadas desde distintos países y dijeron a dos voces: “Comenzamos a apoyar la causa de los cinco desde que la conocimos. Por eso quisimos estar acá”. Las caras de Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández Nordelo y René González, detenidos en Estados Unidos cuando intentaban desbaratar una serie de atentados cometidos por terroristas anticastristas en la isla, se veían en distintas banderas. Se encuentran presos en condiciones de rigurosidad extrema desde el 12 de septiembre 1998, con condenas que llegan hasta dos cadenas perpetuas más quince años de prisión, tal el caso de Hernández Nordelo.

Lidia Tonnini, del Comité por la Libertad de los Cinco, leyó las adhesiones de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Hugo Yasky, Suteba, ATE, el PC, el MTL (el sector que movilizó más gente al acto), la Casa de la Amistad Argentino Cubana y los Jóvenes del Alba, entre otros. Una joven de La Poderosa abrió los discursos y la siguieron Carlos Chile, el principal referente del MTL; Gonzalo Pérez, de la Juventud el Partido Intransigente, y Mercedes, a secas, una residente cubana que agradeció el respaldo argentino “de siempre” para cada una de las luchas de su país.

A medida que gana fuerza el reclamo se han ido sumando a él distintos premios Nobel (Adolfo Pérez Esquivel, Rigoberta Menchú y Günter Grass son apenas tres), intelectuales como Noam Chomsky y parlamentarios de todo el mundo. Además, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, exigió públicamente que Estados Unidos les permita a familiares de los cinco que puedan visitarlos en las cárceles donde se los alojó, en condiciones de aislamiento. Lawrence Wilkerson, un militar y estrecho colaborador del ex secretario de Estados Colin Powell, escribió: “En el peor de los casos, estos cinco cubanos eran agentes extranjeros operando en territorio norteamericano, un delito que equivale a 18 meses de cárcel bajo las leyes norteamericanas”.