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Elisa Carrió buscó mostrarse como “la única” opositora a la que los vientos de cola que soplan a favor del oficialismo no lograrán arrastrar. “Estamos viendo una dirigencia política veleta donde hoy son PJ, mañana PJ disidente y pasado kirchneristas, y donde hay radicales, radicales K y radicales de De Narváez, pero la única fuerza que no es veleta es la Coalición Cívica: acá estamos y no nos vamos a mover”, dijo Lilita en Mendoza, donde la fórmula que encabeza alcanzó apenas el 2,2 por ciento en las primarias, y ahora apoya la candidatura a gobernador del radical Roberto Iglesias y a su propia lista a diputados nacionales. También cargó contra el gobierno nacional, al que volvió a comparar con el menemismo.

Carrió intentó repetir en Mendoza, y en el último tramo de la campaña electoral, la estrategia que la devolvió a los primeros planos después del decepcioniante desempeño de la CC en las PASO: cuestionar el rol opositor del resto de las fuerzas políticas. “El poder intenta elegir a sus propios opositores. Por supuesto, nunca nos elegirán a nosotros, porque necesitan opositores blandos, opositores que no les pongan freno, que hablen pero que les voten las leyes”, insistió la candidata que ya resignó sus aspiraciones presidenciales y sólo apuesta a mantener una fuerza parlamentaria, que arriesga en esta elección 12 de sus 18 bancas de diputados nacionales.

“Hay que tener muy claro que después de las elecciones ningún PJ va a ser opositor, entren por la boleta de (Eduardo) Duhalde o la de (Alberto) Rodríguez Saá o la de (Francisco) De Narváez, van a terminar cristinistas porque como todos saben el PJ se alinea con el ganador”, agregó Lilita. Esta vez, Carrió repartió reproches y palos a peronistas y radicales. La semana pasada hizo lo mismo con Hermes Binner y el Frente Amplio Progresista, a quienes acusó de apoyar una supuesta reforma constitucional para habilitar la re-reelección de Cristina Kirchner y reemplazar el actual sistema presidencialista por uno parlamentario.

Tras una caminata por el centro de la ciudad de Mendoza junto a su candidato a diputado nacional Gustavo Gutiérrez, la líder de la CC advirtió que “la sociedad tiene que pensar”. Recordó que en los ’90 la gente viajaba a Miami “sin ver” que eso “era deuda externa”, y “hoy no quiere ver que dependemos sólo del precio de la soja, el yuyito maldito”. “Esa es la Argentina: Mariana Nannis, con siete Vuitton. Es terrible, cualquier semejanza con la Presidenta es pura casualidad”, ironizó Carrió, buscando con su mirada la complicidad de sus seguidores.

No fue la única comparación que Lilita trazó entre el menemismo y el Gobierno. “Esto es menemismo de izquierda perfeccionado. Roban todo, por ahí por la derecha, por ahí por la izquierda, pero siempre roban. El verbo es robar”, sentenció la diputada nacional antes de soltar otro pronóstico apocalíptico: “Creo que si hay un triunfo aplastante del kirchnerismo se puede jugar la libertad de todos, incluidos los que votan por la Presidenta”.