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Roberto Lavagna comenzó ayer a participar de la campaña. A tan sólo una semana de las elecciones presidenciales, el ministro de Economía apoyó públicamente a Néstor Kirchner, quien ya anunció que, de ganar, Lavagna ocupará en su gobierno el mismo cargo que en el actual. “Muchos de los candidatos hablan del tema de la herencia que le dejará la gestión de Duhalde porque saben que no van a poder cumplir muchas de las fantasías que prometen”, sostuvo. Así, consideró que estos candidatos, a quienes no nombró puntualmente, “si les tocara llegar al gobierno se van a escudar en la idea de que la herencia no les permite cumplir”.
En sus declaraciones de ayer, Lavagna se encargó también de resaltar las virtudes que, según él, tiene Kirchner: “Es el único que reúne tres condiciones: primero, su calidad personal, su conducta, su experiencia en términos de gobierno; segundo, garantiza una mezcla de consolidación de lo que se ha venido haciendo y de apertura de horizontes nuevos. Y en tercer lugar, la gobernabilidad, ya que se encontrará con un grupo de diputados, senadores y gobernadores que ya están en ejercicio, con los cuales hay que tener diálogo para hacer al país gobernable”.
Cuando se le pidió una opinión sobre la gestión de Menem, el titular de la cartera económica afirmó que “el saldo que quedó no fue bueno y no me gustaría que se repita”. También remarcó que la convertibilidad que implementó el ex presidente es “internacionalmente un caso de estudio para no repetirlo” y que “fue un chaleco de fuerza” para la economía argentina. En ese sentido, indicó que durante ese período “hubo un primer momento de euforia donde se puso más a mano de la gente desde Miami hasta la licuadora”, lo que “fue en paralelo con la destrucción de la industria y los puestos de trabajo”.
Desde su lugar de futuro ministro de Economía, dijo que “hay que combinar la consolidación de lo que se ha alcanzado con nuevos avances” y para ello “si somos capaces de estabilizar la cifra de 4 por ciento de crecimiento estaríamos subiendo el ingreso de los argentinos en un 20 por ciento en un período presidencial de cuatro años”. Lograr este objetivo depende de manejar “las mejoras de productividad con las del ingreso de la población, simultáneamente”. Además de hablar a favor del candidato, el ministro participará en persona de los actos de campaña que protagonizará Kirchner durante esta última semana antes de las elecciones.