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Néstor Kirchner aventaja por algo más de dos puntos a Carlos Menem y Ricardo López Murphy se ubica tercero, aunque a cierta distancia de los dos que van en punta y virtualmente empatado con Adolfo Rodríguez Saa. Elisa Carrió sigue estancada y ahora queda quinta. La paridad y la movilidad del voto tiene que ver con que ocho de cada diez argentinos se considera independiente, no alineado desde el punto de vista partidario, lo que ha reducido la lealtad y la disciplina que ha sido tradicional en las dos fuerzas mayoritarias, el peronismo y el radicalismo.
Las conclusiones surgen de una nueva encuesta realizada por la consultora OPSM, que lidera Enrique Zuleta Puceiro. El trabajo no pertenece al semanal Monitor de Tendencias Económico-Sociales, sino que fue hecho como base para la realización de una boca de urna que se concretará el domingo próximo, el día de la elección. En total se entrevistó a 1600 personas de Capital, Gran Buenos Aires y 65 localidades del país, respetándose las proporciones por edad, sexo, nivel económico-social y distribución regional. La coordinación estuvo a cargo de Isidro Adúriz.
Para Zuleta y la mayoría de los encuestadores, una de las claves de la elección está en los indecisos, ubicados mayoritariamente en la clase media. Esto se refleja, por ejemplo, en que en el área metropolitana hay casi un diez por ciento de indecisos, comparado con el dos por ciento existente en el noroeste, en el nordeste, Cuyo o la Patagonia. Al asignar los indecisos tomando en cuenta sus respuestas a otras preguntas –a quién no va a votar nunca, con quién siente más afinidad–, Zuleta evalúa que Kirchner podría derrotar a Menem por casi cinco puntos. De todas maneras, el consultor registra que una de cada diez personas incluso piensa en cambiar su voto en la última semana.
“La movilidad de los apoyos –dice Zuleta– se asienta en la poca identificación partidaria que hoy existe. Nada menos que el 85 por ciento de las personas de Capital Federal y Gran Buenos Aires dicen que no se identifican con ningún partido, lo que significa que miran al candidato y no a la fuerza política a la hora de votar.”
En los diagnósticos sobre el ballottage, la mayoría de los consultores cree que Menem va a tener muchas dificultades porque cosecha el mayor porcentaje de rechazo. Para Zuleta, el nivel de ese rechazo ha crecido en las últimas dos semanas y hay un 65 por ciento de los encuestados que dice que seguro no votará por Menem. Los rechazos a los demás candidatos han bajado mucho y están por debajo del diez por ciento.
La encuesta de Zuleta es la que afirma la mayor diferencia a favor Kirchner –dos puntos con proyección a cinco– y la que nítidamente indica que el ballottage sería entre Kirchner y Menem. López Murphy y Rodríguez Saá están a cuatro puntos –o sea que esa diferencia ya no entra en el error muestral–, pero es muy probable, y así lo pronostica Zuleta, que todavía se produzcan variaciones en esta semana final cuando se decidan los indecisos y sea vea quiénes cambian su voto y quién se verá favorecido con ese cambio.