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Sin hacer referencias directas, pero utilizando la resonancia que le da la situación electoral argentina e internacional, el cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, utilizó su homilía de la misa pascual de anoche en la Catedral Metropolitana, para hacer un llamado al “encuentro” de Dios y “con su pueblo y cada uno de nosotros” que es necesario para poner fin a la “conspiración de los corruptos” en este mundo que “se ha convertido en un cementerio”. Por su parte, el Consejo Nacional Cristiano Evangélico (CNCE), que agrupa a la mayoría de las iglesias cristianas, advirtió en su mensaje pascual que el acto eleccionario “puede ser una oportunidad para buscar caminos de paz y de diálogo en nuestro pueblo, pero puede convertirse otra vez en una parodia del poder”. Otros obispos católicos también aludieron a temas de actualidad.
Los mensajes pascuales de los ministros católicos y de otras confesiones religiosas han dado motivo en estos días para expresar la preocupación de los dirigentes religiosos por lo que puede derivar de las elecciones y sobre todo por la falta de compromiso de los candidatos con quienes afrontan las situaciones más difíciles. “Oramos a Dios para que nos permita tener gobernantes que no sustenten su gobierno en el poder y las riquezas, sino en amor y justicia, con el coraje de depender de la aparentemente pobre fuerza del pueblo”, sostienen los dirigentes evangélicos en el mensaje de Rubén Proietti, Emilio Monti y Roberto Prieto.
Anoche Bergoglio dijo que la corrupción se convierte en “ataduras” generando una parálisis “que nos enferma el alma, nos arrebata la memoria y nos quita la alegría”. El cardenal porteño utilizó la metáfora de la piedra que cerraba el sepulcro de Cristo y que impedía a las mujeres que concurrieron hasta la tumba “cumplir una obra de misericordia”. El arzobispo dijo que “como ellas (las mujeres que se acercaron al sepulcro de Cristo) nosotros sentimos el impulso de caminar, el deseo de hacer grande obras. Llevamos dentro del corazón una promesa y la certeza de la fidelidad de Dios, pero la duda es piedra, los sellos de corrupción son ataduras, y muchas veces cedemos a la tentación de quedarnos paralizados”.
El obispo de Posadas Juan Martínez dijo que las elecciones constituyen “un instrumento fundamental para decidir qué país queremos” y el del Alto Valle del Río Negro, Néstor Navarro, hizo un llamado por “los marginados por un modelo que excluye y deja en la miseria, los desencantados por la promesas que no se cumplen, los que sufren inseguridad y tienen miedo, los que no tienen fe o han perdido la esperanza”.
El obispo emérito de Viedma Miguel Hesayne sostuvo en su mensaje pascual que “la guerra, siempre cruel y criminal, que padecemos a nivel mundial; la situación social-económica-política caótica y vergonzantemente irritante de la Argentina actual, interpela la fe de la Iglesia Católica”.