EL PAíS › POR EL OCTAVO ENCUENTRO NACIONAL DE H.I.J.O.S.

Un día de escrache en Morón

Una base aérea, un galpón hasta ahora no registrado y la Mansión Seré fueron puntos de una recorrida por la memoria.

Un ex centro clandestino de detención que no estaba registrado por la CONADEP fue escrachado ayer por la agrupación H.I.J.O.S. y otros organismos de derechos humanos. En el galpón, ubicado en Morón y actualmente en venta, se cree que funcionaba durante la última dictadura militar la Regional Buenos Aires de Inteligencia de la Fuerza Aérea.
El escrache a la propiedad de la calle San Martín 784 fue organizado por la Regional Oeste de HIJOS y formó parte de las actividades que se realizaron con motivo del Octavo Encuentro Nacional de la agrupación. Como es habitual en los escraches, el recorrido hasta el lugar fue señalizado con carteles que indicaban la ubicación del ex centro clandestino, custodiado por decenas de policías bonaerenses y dos patrulleros. De cara a ellos, un integrante de HIJOS leyó un documento en el que señalan que el lugar fue el centro de detención “que reemplazó a partir de 1978 al campo clandestino Mansión Seré, que esa fuerza dinamitó tras la fuga de 4 detenidos”.
La próxima “estación” del recorrido del escrache, a quince cuadras de la Regional, fue la ex VII Brigada Aérea de Morón, hoy Comando de Regionales Aéreas de la Aviación Civil, para denunciar su condición de ex centro clandestino de detención, aún no allanado. Así, la base aérea estrenó su primer escrache con la quema de un simbólico avión de tres metros de largo y una pegatina con las fotos de desaparecidos de la zona oeste, que cubrió los 500 metros de su entrada.
La caminata culminó en el sitio donde funcionó clandestinamente la Mansión Seré, centro de detención que también estuvo a cargo de la aeronáutica. Allí los manifestantes realizaron un homenaje a los detenidos desaparecidos que pasaron por el mismo lugar donde hoy se levanta la Casa de la Memoria y la Vida.
Durante la jornada, también se realizó una fuerte crítica a la jueza María Romilda Servini de Cubría por su “lento” trabajo en una causa por apropiación de menores, en la que debía investigar sobre las violaciones cometidas en el “pozo de aeronáutica”, como llamaban los militares a la Regional de Inteligencia. Por esa causa, la jueza había dictado prisión preventiva al apropiador de un hijo de desaparecidos –ex personal civil de la Fuerza Aérea de la Regional de Inteligencia de Morón– pero no ordenó el allanamiento del ex centro porque, según explicó a Abuelas de Plaza de Mayo, “no pertenecía más a la Fuerza”. El marido de la jueza, Carlos Alberto Cubría, es un brigadier retirado y figura en el legajo N6048 de la CONADEP como segundo jefe del Comando responsable de esa unidad. Para HIJOS la actitud de la jueza tuvo motivos claros: “era como investigar al marido”.
El actual intendente de Morón, Martín Sabbatella, hizo llegar a la Mansión Seré una carta dirigida a la agrupación HIJOS en la que expresó su “voluntad política de solicitar al Estado nacional la expropiación de la vivienda para recuperarla y ponerla al servicio de la memoria y la lucha por los Derechos Humanos”.

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El cartelón del primer escrache a la base aérea de Morón.
 
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