Domingo, 6 de mayo de 2012 | Hoy
EL PAíS › LA REORGANIZACION DE LAS DISTINTAS AGRUPACIONES KIRCHNERISTAS DESPUES DE YPF Y EL ACTO EN VELEZ
“Unidos y organizados” será el leitmotiv sobre el que se articularán los distintos espacios que se identifcan con la Presidenta. Buscan aprovechar las especificidades de cada sector y reducir al mínimo los roces. El protagonismo de La Cámpora.
Por Nicolás Lantos
La semana que concluye hoy marcó un punto de quiebre: el multitudinario acto en el estadio de Vélez y la sanción de la ley de hidrocarburos con la consiguiente expropiación de YPF cambiaron el clima político y le reforzaron la iniciativa a un oficialismo que, además, comienza a reordenarse hacia adentro, atento a nuevos y viejos actores y a relaciones de poder cambiantes. “Ahora sí empezó el segundo mandato” de Cristina Fernández de Kirchner, exageraba un experimentado dirigente, seguramente exaltado por el clima de festejos que se veía el jueves por la tarde en el Congreso. Lo cierto es que, aunque medidas como la ley de tierras y la reforma de la carta orgánica del Banco Central ya habían comenzado a perfilar el cariz de esta nueva etapa, fue durante los últimos siete días que se despejaron las dudas: la consigna de la convocatoria al acto de Vélez, “Unidos y organizados”, será el leitmotiv sobre el que se articulará el kirchnerismo.
En la diversidad de los grupos que coincidieron en el armado de los dos actos de esta semana, entre los que hay agrupaciones políticas nuevas y de más trayectoria, intendentes y organizaciones de derechos humanos, sindicatos cegetistas y otros de la CTA, peronistas y aliados, pueden encontrarse algunas coincidencias. La primera, que cuando se habla de unión y de organización no se plantea una unicidad orgánica de este espacio variopinto. “No están dadas las condiciones para que la haya; lo que sí, está ordenándose la fuerza que conduce Cristina”, lo resumió un dirigente que formó parte de la organización de las dos movilizaciones, ante la consulta de Página/12. La experiencia de la Corriente Nacional de la Militancia, que se propuso algo así hace poco más de un año, y no pudo avanzar en ese sentido, pesa fresca todavía.
La segunda coincidencia es que esta semana se terminó de consolidar la conducción de La Cámpora sobre el espacio, una suerte de primus inter pares ganado a fuerza de capacidad de convocatoria, de trabajo en el territorio y también de proximidad con la Presidenta, cuya bendición es condición necesaria y suficiente para ocupar ese rol. “Está claro que son la tropa propia de CFK”, asumen en las otras organizaciones. Sólo que donde antes había cierta resistencia a ceder espacios o encolumnarse, ahora aparece la voluntad de formar parte de algo más grande. “La diferencia es clara –comentaba en Vélez un experimentado legislador– si se compara este acto con el de Huracán el año pasado.”
Quito Aragón, secretario general de la Corriente Martín Fierro, lo explica a su manera: “Esto no es nuevo, muchos son viejos compañeros que a su tiempo van aceptando la conducción de CFK, y la conducción también va viendo quiénes son sus militantes. Conductores y conducidos fuimos aprendiendo que somos los mismos y tenemos el mismo objetivo más allá de las diferencias que tengamos”. Tampoco hay que olvidar que hay espacios que si bien quedaron orgánicamente afuera de las últimas convocatorias tienen por lo menos una pata adentro del kirchnerismo y además cuentan con su propio peso específico: “Hay que ver cómo juegan el PJ y la CGT –advierte Aragón–: aunque no estaban como tales en Vélez ni en el Congreso, sí vinieron intendentes y gremios y militantes y trabajadores que forman parte del PJ y de la CGT y que son profundamente kirchneristas y querrán formar parte de esto”.
La idea que sobrevuela a este nuevo-viejo espacio es la de ir encontrando un funcionamiento óptimo que permita aprovechar las especificidades de cada sector a la vez que se reducen al mínimo los roces que son factura de esas diferencias: ni una sola organización monolítica que ahogue la participación creciente ni cien distintas que no tengan la fortaleza suficiente para tomar los pasos que haya que tomar. “Para profundizar hacen falta estructuras sólidas que tengan una relación fluida entre ellas”, coinciden en el diagnóstico varios referentes de los distintos espacios. En ese sentido, Marcelo Köenig, de la Corriente Peronista Nacional, destaca que cada sector tiene sus particularidades y ocupa un lugar distinto en el universo K. “Construir con inteligencia es encontrar la forma de que cada uno ocupe su rol y optimizar la fuerza ordenándola en esos términos –asegura–. Cristina maneja un dispositivo que tiene matices y que se tiene que ordenar en función de las partes.”
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