El kirchnerismo volvió a salir al cruce de las aspiraciones presidenciales del gobernador bonaerense, Daniel Scioli. “Suena obsceno ante tantas necesidades por parte del pueblo”, dijo el senador Aníbal Fernández. “No es tiempo de candidaturas”, sumó el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, quien también cuestionó las pretensiones de Scioli para 2015, señalando que “la provincia termina siendo un trampolín para actitudes individuales”. “Su candidatura es parte del establishment, para clausurar por derecha el proyecto de profunda transformación que vive la Argentina”, sentenció el diputado Martín Sabbatella, uno de los aliados más fieles del oficialismo en el Congreso. “Un conservador puede ser parte” del kirchnerismo, “pero no puede aspirar a conducirlo”, agregó el dirigente social Luis D’Elía.

El ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández puso en cifras el apuro del gobernador por posicionarse como presidenciable en 2015: “A esta hora, si pensamos que van 176 días desde que comenzó la nueva gestión y faltan 1259 días para que se vaya a elecciones nuevamente, suena obsceno hablar de este tema. Es obsceno ante tantas necesidades por parte del pueblo”. “No es para Scioli, yo no soy quién para llamarle la atención. En el marco de todos los que tengan la voluntad de hacerlo, que trabajen, nadie les va a decir que no, que se esfuercen, que hagan todo lo que puedan hacer para instalarse y la sociedad los reconozca como tales, pero que se olviden de la candidatura hasta que tenga un tiempo razonable”, concluyó Fernández.

Domínguez sumó sus cuestionamientos a los tiempos que quiere imponer el gobernador y le reclamó más apego a la gestión. “Es tiempo de gestionar; se nos va a medir por los resultados. La gente espera que los dirigentes no estemos preocupados en los destinos individuales, sino con todas nuestras energías puestas en la resolución de los problemas estructurales de la provincia”, soltó el titular de la Cámara baja.

“La política desde Néstor (Kirchner) para acá se convirtió en un proceso colectivo, cambió el paradigma. Hoy la construcción es colectiva”, insistió Domínguez, para contraponerlo a las aspiraciones de Scioli: “Nosotros lo que necesitamos en Buenos Aires es construir un gobierno permanente todo el tiempo. Este es un tiempo de gobierno y no un trampolín de ambiciones individuales”. “Los tiempos en el peronismo los marca quien conduce, y quien conduce es la Presidenta, que tiene la legitimidad del voto, y nosotros debemos acompañar ese proceso. Hay muchos temas para gobernar en la provincia que requieren de nuestro gobernador junto con los intendentes para liderar la resolución de los problemas”, aseguró Domínguez, para ponerles límite a los arrebatos individuales de Scioli, quien hoy volverá a compartir con CFK una inauguración, en este caso la ampliación de una planta fabril en su territorio.

Los aliados del kirchnerismo también cruzaron al gobernador y a su proyecto político. “Hay dos grandes polos que se empiezan a constituir; uno que busca frenar este proceso y quiere una suerte de restauración conservadora para el país; y los que queremos profundizar y continuar con este proyecto de crecimiento con inclusión”, sostuvo Sabbatella, quien enfrentó a Scioli en la provincia. “El gobernador Daniel Scioli no expresa la continuidad ni la profundidad de este modelo que encabeza la presidenta Cristina Fernández de Kirchner”, agregó el titular de Nuevo Encuentro, quien ayer se mostró ayer en La Plata junto al vicegobernador Gabriel Mariotto (ver aparte).

D’Elía aclaró que “no tiene absolutamente nada en contra de la persona de Scioli, pero sí con su sistema de ideas. Es un liberal neoconservador por convicción, el candidato a presidente de Clarín, La Nación y Perfil”. El dirigente de la Federación de Tierras y Viviendas consideró que Scioli ha sido “obediente” con el gobierno nacional, pero que políticamente expresa todo lo contrario: “Estoy convencido de que en nombre de la reconciliación nacional les daría un indulto a los militares; y como tiene una fuerte concepción corporativa, no tengo duda de que por quedar bien con Clarín derogaría la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, y para quedar bien con la Iglesia derogaría el matrimonio igualitario”.