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En las horas previas al comienzo del acto, en la entrada que llevaba al palco oficial de la 126ª Exposición Rural, la expectativa era grande entre los organizadores y los periodistas de algunos medios de prensa. Unos esperaban la llegada del gobernador bonaerense Daniel Scioli. Los más osados, sobre todo entre los organizadores, en cualquier morocho corpulento creían ver a Hugo Moyano. Ni Scioli ni Moyano. Las principales figuras políticas que llegaron para respaldar el discurso de Hugo Luis Biolcati fueron previsibles: el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri y su jefe de Gabinete, Enrique Rodríguez Larreta; los diputados radicales Oscar Aguad y Ricardo Buryaile, y el ex funcionario menemista Eduardo Amadeo, entre otros. Por supuesto estuvo toda la Mesa de Enlace, con la única excepción de Eduardo Buzzi, reemplazado por su segundo, Julio Currás. Las cuatro tribunas estaban repletas de gente afín, la única con entrada habilitada para ingresar a las gradas. El público “común”, muchos de ellos vestidos con boinas, sombreros y botas relucientes, quedaron afuera y se sintieron “discriminados”, según expresaron repetidas veces. ¿Cómo hubiera reaccionado el público si aparecía Moyano? Algunas mujeres finamente ataviadas, de sólo pensarlo, decían ser presas “del horror”.

En el palco no hubo nadie en representación del gobierno nacional. Por supuesto, tampoco estuvo Cristina Kirchner, invitada públicamente por Biolcati en la semana previa. De todos modos, la Presidenta anduvo de boca en boca por las tribunas. El tono del recuerdo nunca fue amistoso; ni siquiera fino. Los más eufóricos, en las tribunas, fueron los que levantaron una bandera que decía: “Porque tuviste huevos, gracias Hugo Luis. Autoconvocados de pie”. Biolcati les agradeció, en su discurso, el respaldo de ese grupo de “productores independientes”. Al final levantaron otra bandera que decía “Biolcati campeón”, como si se tratara de los Juegos Olímpicos de Londres.

Los párrafos más aplaudidos del discurso fueron aquellos en los cuales el titular de la Sociedad Rural hizo reclamos propios de un dirigente de izquierda. Como cuando pidió el fin “de la pobreza y la exclusión”, que haya “educación para todos” o cuando sostuvo que “organizar la agricultura es organizar la libertad”, parafraseando a Juan Bautista Alberdi. De todos modos, la mayor explosión de la tarde fue cuando arremetió contra “los intendentes genuflexos que mendigan dádivas de la Nación”.

Los que más aplaudieron fueron el entrerriano Luis Miguel Etchevehere, quien reemplazará a Biolcati a partir de septiembre, y el humorista devenido en político Miguel Del Sel, quien le robó protagonismo a Macri y al resto de los políticos presentes. Mientras paseaba por la exposición, era saludado y vivado por el público, aunque quedaba claro que su fama se la debe, al menos por ahora, a los Midachi.

Entre los ex presidentes de la Sociedad Rural, pudo verse en el palco a Luciano Miguens, Eduardo Crotto, Eduardo de Zavalía y Guillermo Alchourón. Exaltada, una productora santafesina subrayó una frase de Biolcati con un contundente: “Bravo, Hugo, hay que marcar la distancia entre ‘ellos’ (por los funcionarios del gobierno nacional) y nosotros, el pueblo”. La frase mereció las vivas de otros plateístas. Un periodista, en voz muy baja, recordó aquella frase de Lennon sobre la diferencia entre aplaudir y “hacer sonar las joyas”.

Al comienzo del acto, luego de la ejecución del Himno Nacional y de la canción a la bandera, el grupo de “autoconvocados” había lanzado la primera consigna: “Libertad, libertad, libertad”, corearon, y luego se sumaron las otras tribunas. Un memorioso recordó que nunca se había escuchado ese estribillo en este escenario, mucho menos durante la dictadura militar. La música, siempre solemne, que acompañó el acto fue obra de las bandas del Regimiento de Artillería 1 de Ciudadela y de las policías de la provincia de Buenos Aires y de Corrientes.

Como siempre ocurre en estos actos, la cruz estuvo cerca de la espada. El desfile de toros campeones y vacas premiadas fue encabezado por una imagen de la Virgen María traída desde Itatí por el periodista Juan Segundo Stegman, quien hace poco volvió a la televisión por cable, después de una larga ausencia, de la mano de Mario Mactas.

Mauricio Macri dijo que la inauguración de la exposición es “una fiesta tradicional y un lugar de encuentro familiar, donde la Sociedad Rural expresa su voz y representa en los últimos años a todo el sector agropecuario”. Justificó los reclamos al gobierno nacional porque “a pesar del enorme potencial incalculable que tiene el campo, pese a que es el que sostuvo el crecimiento argentino en la última década, la Casa Rosada insiste en confrontarlo”.

El peronista disidente Eduardo Amadeo declaró que le pareció “muy bueno” que Biolcati haya dicho que “la producción del campo argentino no tiene techo”. También coincidió con el titular de la Rural en que “hay una especie de malentendido permanente sobre lo que el sector necesita para producir”. Sostuvo que el problema no se soluciona porque “cuando a la mañana siguiente la Presidenta lee el diario, piensa que son todas conspiraciones”. También habló la diputada Patricia Bullrich, quien aseguró que en la economía argentina “cada vez hay mayores controles e intervención estatal, y por eso se va perdiendo la libertad” de mercado.

El diputado radical por Formosa Ricardo Buryaile consideró que el discurso de Biolcati fue “duro”, pero “no dijo nada diferente de lo dicho en los últimos años y representa lo que los productores piensan en cuanto a la política agropecuaria y a lo que muchos ciudadanos piensan de lo que pasa en cuanto a la inseguridad y corrupción”.

Otro radical, el diputado cordobés Oscar Aguad, estimó que el presidente de la Asociación Rural “hizo un llamado al Gobierno a recuperar el sentido común y a recuperar el rumbo, que en estos tiempos está extraviado. Lo dicho por Biolcati es lo que viene escuchando en la gente por la calle. Hay una necesidad de recuperar el sentido común”. El apoyo que los políticos expresaron a Biolcati no les fue retribuido por el público presente. No hubo aplausos para ellos, con Macri a la cabeza, cuando fue anunciada su presencia en el acto.