Por el cielo siempre encapotado de Lima surcan helicópteros: las medidas de seguridad tomadas en ocasión de esta III Cumbre de Sudamérica y Países Arabes (ASPA) abarcan cielo, mar y tierra, donde alrededor de diez mil efectivos forman parte del operativo para proteger a presidentes, reyes, jeques, cancilleres y funcionarios de los 34 países que forman parte del encuentro. En un clima donde la atención está puesta más en los negocios, es decir, en las posibles inversiones árabes para la región, que en la geopolítica (en paralelo a la cita presidencial se celebra un foro de empresarios), los mandatarios presentes firmarán hoy una declaración que incluye una serie de acuerdos en materia económica, ambiental, tecnológica, cultural y social, además de referirse a la crítica situación que se vive en Siria y al proceso político en Paraguay, ambos países suspendidos en esta cita. También, según adelantó el ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, habrá “un apoyo extraordinario” de todo el bloque al reclamo argentino por la soberanía de las Malvinas.

Con algunas horas de demora respecto de lo planificado, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner arribó anoche al aeropuerto de esta ciudad para participar del foro birregional, pero no pudo hacerlo a tiempo para la cena de honor que ofreció el mandatario local, Ollanta Humala, a los jefes de Estado concurrentes. Aunque oficialmente CFK no tiene otra agenda que la de la cumbre, fuentes del gobierno peruano le mencionaron a Página/12 la posibilidad de que ambos mantengan una reunión bilateral durante el día de hoy, cosa que no fue confirmada por la delegación argentina.

Ayer por la mañana, Timerman participó del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores que terminaron de delinear el documento que mañana se pondrá a evaluación de los jefes de Estado, y cuyo borrador, en buena parte, había sido acordado durante la semana pasada, cuando todos coincidieron en Nueva York por la Asamblea General Anual de Naciones Unidas. La reunión estuvo presidida por el local Rafael Roncagliolo; el secretario general de Unasur, el venezolano Alí Rodríguez, y el titular de la Liga Arabe, el egipcio Nabil elAraby.

El énfasis principal de la Declaración de Lima estará puesto en aumentar la cooperación birregional en distintas áreas, apuntando en todos los casos a promover el desarrollo sustentable de los dos bloques. Así, la agenda queda delineada entre temas relacionados con finanzas, industria y energía (hay interés porque Sudamérica absorba una parte del flujo monetario que los países árabes solían volcar en Europa cuando el Viejo Mundo ofrecía un panorama más alentador), pero también versará sobre el intercambio cultural, tecnológico y hasta turístico, de forma tal de profundizar los lazos. Tal como detalló ayer el canciller brasileño, Antonio Patriota, desde la primera cumbre, que se realizó en 2005 en Brasilia, el comercio entre las dos regiones pasó de 13.600 millones de dólares a 27.400 millones, el doble, por lo que hay consenso entre todos los países participantes en profundizar la relación.

Serán los temas de coyuntura política donde los presidentes tendrán que comenzar a hilar más fino. El problema de Siria, que vive un proceso interno de guerra civil, es quizá el tema más delicado que tendrá que afrontar esta cumbre. Parte de la Liga Arabe y, a través de ese canal, del ASPA, su membresía se encuentra suspendida a causa de la situación interna. “Estamos todos a favor del fin de la violencia en Siria y hacemos un llamamiento al respeto a los derechos humanos, a respetar el disenso y también a la no interferencia de ejércitos extranjeros en un conflicto nacional”, señaló al respecto Timerman.

Otro país con ausencia forzada en esta convocatoria, aunque por motivos menos extremos, es Paraguay, que permanece suspendido de Unasur desde el golpe de Estado institucional que depuso a Fernando Lugo. Ayer por la mañana, antes del comienzo del encuentro ASPA, los cancilleres de Unasur mantuvieron una breve reunión informal. Si bien no dieron a conocer oficialmente la minuta, este diario pudo averiguar que el tema Paraguay fue el que se llevó la mayoría de los pocos minutos que se extendió el mitin improvisado.

Por otra parte, la cuestión Malvinas fue incluida por la Argentina en la declaración que firmarán hoy los jefes de Estado. Según aseguró Timerman, la postura recibió “un apoyo extraordinario, muy solidario de todos los países de América del Sur y de los países árabes”. Otros temas que aparecerán son la cuestión Palestina, una condena muy fuerte al terrorismo en todas sus formas y el uso pacífico de la energía nuclear. “Creemos que la mejor forma de erradicar el terrorismo nuclear es erradicando las armas nucleares”, sentó postura el canciller argentino.