Dos paros simultáneos y sorpresivos, uno de operarios y otro de personal jerárquico, dejaron ayer fuera de servicio la línea Sarmiento de trenes hasta pasadas las 13. Una de las medidas fue tomada por el personal de “material rodante” a raíz de la suspensión de un operario, a quien la Unidad de Gestión Operativa Mitre-Sarmiento (Ugoms) acusó de “sabotaje” por un descarrilamiento ocurrido el 28 de septiembre en una formación sin pasajeros que entraba a los talleres de Castelar. Si bien la medida del personal de la Unión Ferroviaria fue anunciada por “tiempo indeterminado”, se levantó poco antes del mediodía. “El conflicto que teníamos con la empresa por la suspensión del compañero se resolvió, así que estamos para trabajar”, dijo el delegado Luis Clutet.

La línea restableció su servicio con una formación que partió de la estación Castelar a las 13.20. Tanto la Ugoms, que consideró la huelga de la UF “arbitraria y unilateral”, como el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, aseguraron que el servicio se restablecería para volver a operar con “normalidad” pasado el mediodía, sin mencionar que además se cumplía otro paro por 24 horas a cargo de los supervisores, que pedían discutir salarios. Gustavo Sumo, delegado de los supervisores, informó que se votó una medida “por 24 horas, pero se puede llegar a repetir” si no se reabre la paritaria, advirtió.

Ambos paros generaron quejas y malhumor en los miles de usuarios que utilizan el Sarmiento, línea que une Moreno y Once, clave para conectar el oeste del conurbano con el centro porteño. La línea, a cargo de la Ugoms desde que el Gobierno retiró la concesión a Trenes de Buenos Aires por el accidente de febrero que causó la muerte a 51 personas, transporta los días hábiles a unas 350.000 personas. Con el paro “se afecta a miles y miles de usuarios”, se quejó Randazzo, y pidió a los trabajadores “que acompañen” al Gobierno en las tareas de puesta en valor del ramal. “No puede ser la respuesta, frente a cualquier conflicto, el paro de servicios”, expresó el ministro. Sobre la suspensión del operario, Randazzo aclaró que “se investiga, no se prejuzga”. La Ugoms indicó en un comunicado, a primera hora, que “de no detectarse negligencia alguna por parte del trabajador en relación directa con el incidente, la empresa lo reincorporará a sus tareas habituales y cumplirá con las obligaciones laborales, incluido el pago del salario correspondiente”.