EL PAíS › UNIDOS Y ORGANIZADOS INAUGURO EL CENTRO POPULAR NESTOR KIRCHNER Y HOMENAJEO AL EX PRESIDENTE

“En siete años cambió la historia”

La inauguración de la nueva sede frente a la Plaza Miserere reunió a referentes, funcionarios, legisladores y militantes de todos los espacios que hoy conforman el kirchnerismo. Todos evocaron la figura del ex mandatario.

 Por Nicolás Lantos

Luis D’Elía, Andrés Larroque, Juan Manuel Abal Medina, Amado Boudou y Edgardo Depetris en el homenaje a Néstor Kirchner.
Imagen: Guadalupe Lombardo.

–Cortemos, cortemos, está que explota de gente.

–Dejá que explote.

El diálogo pertenece a dos de los máximos referentes de Unidos y Organizados que se ufanaban por concluir los últimos detalles para dar comienzo al acto inaugural del Centro Popular Néstor Kirchner, el nuevo lugar de encuentro de la militancia kirchnerista agrupada alrededor del lema Unidos y Organizados, en un punto neurálgico de la ciudad de Buenos Aires, primer piso frente a Plaza Miserere. Alrededor de cincuenta referentes, dirigentes, funcionarios, legisladores y figuras de todos los espacios que hoy conforman el kirchnerismo ocupaban buena parte del salón principal, bautizado con el nombre del fundador de la CTA, Germán Abdala, que se completaba con militantes. Son casi las cinco de la tarde y la temperatura para entonces ya supera por varios puntos la de la calle.

“Acá no vinimos con la ficha de afiliación. Acá no vinimos a pasar lista. Acá no vinimos a ver quién viene y quién no viene. Queremos que los lugares políticos sean lugares de educación, de trabajo y de militancia.” Las palabras son de Kirchner, Parque Norte, 2004, y resuenan en un video proyectado sobre la pantalla que cae en una punta del salón, tan lleno que el diputado Andrés “Cuervo” Larroque, titular de La Cámpora, tiene que sentarse en el suelo para poder verlo. El acto comenzó con poco más de una hora de retraso y algunos de los invitados siguen llegando. Pasan el legislador porteño Juan Cabandié y el diputado Wado de Pedro. Pasa, en medio de una batahola, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina. “Es como si entrara Mick Jagger”, deja caer una militante algo exagerada a su paso. El video pasa a CFK, Vélez, 2012, y el mensaje se cierra sobre sí mismo: “Las nuevas generaciones son las que deben tomar la posta y las banderas –dice la Presidenta en la pantalla–. Ustedes deben escribir su propia historia bajo el lema Unidos y Organizados”.

A continuación, los oradores comienzan a acomodarse en el escenario: el vicepresidente Amado Boudou ocupa el centro, rodeado de Abal Medina y el diputado del Frente Transversal, Edgardo Depetris, que fue quien cedió el espacio donde funciona el nuevo Centro Popular. En una punta, Luis D’Elía y Larroque mitigan la emoción con abrazos. En la otra, Leonardo Grosso, también diputado y referente del Movimiento Evita se codea con Andrés La Blunda, nieto recuperado y representante de Kolina, mensajero a cargo de una carta de Alicia Kirchner a su hermano. “Tu mérito más grande está con este pueblo argentino que volvió a militar”, dice el más emotivo de los pasajes.

De pie, más atrás, Marcelo Köenig (Corriente Peronista Descamisados), Quito Aragón (Corriente Martín Fierro), Héctor “Gallego” Fernández (Peronismo Militante), Carlos Heller (Nuevo Encuentro) y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, que permanece un rato de pie hasta que le alcanzan una silla. A un costado del escenario o en las primeras filas se ven intendentes y más diputados, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, embajadores de países vecinos y algunos pocos representantes del espacio sindical (como el titular de la CTA, Hugo Yasky, y el metrodelegado Roberto Pianelli, que luce una colorida remera con el trazado de las líneas del subterráneo neoyorquino). Mención aparte para el comunista Patricio Echegaray, que al ser mencionado por el locutor improvisa un gesto combinando el puño cerrado de la mano izquierda y los dedos en “V” de la derecha.

“Me resisto a homenajear a Néstor. La mejor manera de recordarlo es celebrarlo –propone Grosso a su turno–. Pensábamos que estábamos condenados a construir comedores y merenderos, a ponerle un parche a la miseria, pero hubo un quiebre.” El joven referente del Evita redobla la apuesta: “Néstor nos dejó lo mejor que tenía: a Cristina Fernández de Kirchner. Unidos, la Patria existe; Organizados, la liberación es posible”. A continuación, D’Elía usa su turno para anunciar que otro piso del mismo edificio, donde ahora funciona un local de su Frente de Tierra y Vivienda, fue cedido a la nueva iniciativa y recuerda, con una anécdota, los últimos días de Kirchner, “que no vino a dudar, vino a cambiar la historia del pueblo”.

Ya son más de las siete de la tarde y no entra un alfiler. Muchos de los asistentes prefieren volcarse hacia los otros salones del Centro Popular, más frescos y menos atestados: uno se llama Patria Grande, el otro Trabajadores, y están, como el principal, adornados con fotografías alegóricas a las luchas populares en la Argentina y la región. El calor deja pocos sacos en su lugar. Las camisas se arremangan, las corbatas se desatan y los botones se desabrochan para hacer más pasable la temperatura en el auditorio Abdala, donde Fernando Espinosa, en nombre de los intendentes, arenga: “Si la juventud y los trabajadores se unen en pos de un objetivo, estamos a la puerta de la revolución”. Carlos “Cuto” Moreno completa con una advertencia: “A pesar de lo hecho hasta ahora, falta muchísimo”.

Los últimos oradores suben el tono a la hora de recordar al ex presidente: “Hoy no hay que discutir la estrategia de cada una de las organizaciones sino la mejor manera de defender la estrategia de Cristina”, arenga Depetris, que se agranda en su rol de virtual anfitrión. Su discurso lo concluye de pie, arrobado por el entusiasmo. Larroque, a su turno, no puede evitar las lágrimas al evocar al “padre de una generación que se crió tirando piedras”. Y citando a Emilio Pérsico asegura que “a Néstor hay que reemplazarlo entre todos, y ese todos es Unidos y Organizados”.

Afuera es de noche cuando concluye la jornada, pero el calor no afloja. Unos minutos antes, un Abal Medina desconocido, en mangas de camisa y casi a los gritos, desafiaba: “¿Cuántos políticos soportamos durante decenas de años y nunca hicieron un carajo? A Néstor lo tuvimos siete u ocho años y cambió la historia”. Pero el cierre del largo acto estuvo a cargo de Amado Boudou, que remató la jornada con una definición contundente: “Cristina Fernández de Kirchner va a gobernar todos los días para cumplir con el mandato popular, y de nadie más. Y eso es lo que hace la diferencia”.

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