“Cristina Fernández está en una especie de burbuja que no le permite ver la realidad”, sostuvo el líder de la CGT opositora, Hugo Moyano, en referencia a la reacción de la mandataria frente al 8N. Además la acusó de “desconocer y ningunear” un “reclamo y una protesta que es una realidad que no se puede negar”. Desde la otra vereda, el subsecretario de Presidencia de la Nación, Gustavo López, tildó de “disparatados” los reclamos. “Están en contra de este gobierno –prosiguió– y quieren que se vaya.” Según el dirigente forjista, son la expresión de una “derecha” que busca “restringir derechos”. El diputado socialista Jorge Rivas afirmó que “todo estadista debe estar atento al murmullo de las masas y la Presidenta ha demostrado que lo está cada vez que ha tomado nota de aspiraciones populares y las ha transformado en iniciativas de gran peso específico. Otra cosa es pretender que una cantidad de consignas dispersas, algunas disparatas o reaccionarias, se conviertan en actos de un gobierno que avanza en un sentido opuesto”. La ministra de Seguridad, Nilda Garré, aseguró sentir “cierto grado de culpa” por no lograr “revertir la sensación de inseguridad” y dijo que esta situación también se enmarca en la “instalación mediática de la inseguridad como déficit del gobierno nacional”.