EL PAíS
Zamora rechazó el ofrecimiento de Macri y ratificó su prescindencia
Tras un día de silencio, Zamora descalificó la propuesta del empresario. Pero dejó en claro que está igualmente distante de Ibarra. Los dos candidatos aspiran a seducir a sus votantes.
Todos lo quieren seducir, le tiran piropos, le ofrecen cargos –como la defensoría porteña propuesta por Mauricio Macri– o hablan de su “compromiso con lo social y con los derechos humanos”. Como si fuera la niña bonita de la fiesta, Luis Zamora se convirtió en la presa deseable de los dos finalistas del ballottage porteño, Macri y Aníbal Ibarra. “Todos los días nos sorprende algo”, confesó ayer Zamora y enseguida aclaró que no pensaba aceptar ningún ofrecimiento. “Esta es la forma que uno repudia de hacer política”, cuestionó. Sus críticas apuntaron por igual hacia Macri e Ibarra, aunque el jefe de Gobierno no le había hecho ninguna oferta concreta y sólo lo había elogiado, moderadamente.
“La verdad que me produce un rechazo tan grande, tanto lo de Macri (por el ofrecimiento de que sea defensor del Pueblo de la Ciudad) como lo de Ibarra, que ahora me rescata como un gran luchador de derechos humanos y de los derechos sociales y del pueblo. Tienen subestimación por la población, por los votantes. Porque para ellos son votantes, no ciudadanos angustiados por problemas cotidianos”, cargó Zamora en declaraciones radiales, en las que volvió a igualar a los dos candidatos a Jefe de Gobierno, a quienes imputó “falta de escrúpulos”.
Además, luego de quejarse por la escasa cobertura mediática que tuvo su candidatura, cuestionó de nuevo a Macri e Ibarra. Sobre el primero, recordó que sus “recursos económicos” le aseguraron una amplia aparición en los medios, y de Ibarra dijo que en la campaña utilizó “los recursos del aparato estatal”. “El uso que hacen muestra las formas de hacer política y los intereses económicos que defienden”, agregó Zamora. Tanta intransigencia probó que el diputado del bloque unipersonal de AyL se mantiene firme en su decisión de no optar por ninguno de los dos.
En la entrevista, Zamora prometió que, como ya había adelantado el mismo día de la elección, militará para “que la población los rechace” a ambos y así vote en blanco o anule su voto. “La forma de expresarlo tendremos que charlarla un poco en nuestro movimiento”, explicó. Luego aseguró que la decisión de mantenerse al margen de la pelea Ibarra-Macri no fue una ocurrencia suya sino que se venía discutiendo en su fuerza política. “Es parte de una discusión que nuestro movimiento venía dando”, aseguró el diputado. Y, otra vez, aprovechó la oportunidad para diferenciarse de “las formas de hacer política” de los dos finalistas de la segunda vuelta.
En sus críticas, Zamora acusó a Macri e Ibarra –sin discriminación de ningún tipo– de “defender intereses económicos”. Pese a los cuestionamientos, los competidores salieron a elogiarlo, cada uno a su modo. El empresario le hizo la conocida propuesta de que fuera el próximo defensor del Pueblo, que ocupaba Alicia Oliveira. Ibarra –quien cuestionó esa oferta por “poco seria” y recordó que la convocatoria para ser ombudsman porteño “cerró hace un mes”–, se limitó a decir que “en todo caso, Zamora se merecería algo más que la Defensoría del Pueblo. Yo no suelo hacer ofertas poco serias”. Luego elogió al ex trotskista porque “nunca fue un buscador de cargos y eso habla muy bien de él”.
Los competidores del ballottage descuentan, por las reacciones de Zamora ante cada elogio u oferta concreta, que el renuente Zamora no hará ninguna declaración a favor de alguno de ellos. Ni por Macri ni por Ibarra, a quien la lógica política lo ubicaría de la izquierda y, se supone, de las ideas de su movimiento. Pero Zamora se muestra tan intransigente con el empresario como con el Jefe de Gobierno. Conscientes de ese panorama, Ibarra y Macri tratarán de seducir directamente a sus votantes, como prueban sus últimas frases públicas.