El oficialismo tiene todo dispuesto en la Cámara de Diputados para volver a sesionar el miércoles de la semana próxima. De un posible acuerdo con las principales bancadas opositoras depende que la convocatoria sea para una sesión ordinaria con proyectos de ambas partes que no generen controversias. Si el acuerdo no prospera, el Frente para la Victoria igual marchará junto a sus aliados a una sesión especial con un temario acotado, que incluiría la rebaja del IVA para los medios gráficos con menor facturación, la indemnización para las víctimas de la voladura de la fábrica militar de Río Tercero, el nuevo régimen laboral para los trabajadores de los call center y el traslado del monumento a Colón. De todas maneras, el kirchnerismo mantiene a su propia tropa parlamentaria en alerta por si es necesario que el Congreso aborde algún proyecto del Ejecutivo vinculado a la negociación en Nueva York con los fondos buitre, para el que habrá prioridad legislativa.

La decisión ya está tomada. El oficialismo quiere que la Cámara baja vuelva a funcionar la semana próxima. La convocatoria ya está pedida para el miércoles 2 de julio y la apuesta de máxima es arribar a un acuerdo con la oposición, para tratar en una sesión ordinaria que incluya proyectos de ambas partes que ya fueron tratados en comisiones con consenso mayoritario y que no generan conflictos. Las negociaciones se encaminaban en ese sentido, aunque la relación entre oficialismo y oposición quedó deteriorada luego de que las principales bancadas opositoras abandonaron el recinto antes del último informe de Jorge Capitanich, para demostrar su disconformidad con el sistema implementado que no incluía repreguntas al jefe de Gabinete.

De todas maneras, desde el kirchnerismo están dispuestos a remontar el acuerdo y pidieron al resto de los bloques que aporten las sugerencias de temas para una sesión ordinaria. La única advertencia a los opositores es no incluir temas que “afecten la gobernabilidad”. Entre ellos, la rebaja y modificaciones del Impuesto a las Ganancias, con que la oposición batalló en varias convocatorias fallidas en el recinto, ya que el oficialismo lo considera una atribución del Ejecutivo. Como contrapartida, el FpV tampoco incluiría iniciativas polémicas. La posibilidad de arribar a un acuerdo se resolvería en los primeros días de la próxima semana, cuando se reanuden las negociaciones. Si el mismo no se alcanza, el oficialismo igual se lanzaría junto a sus aliados a una sesión especial, con temario reducido que tampoco incluiría proyectos conflictivos.

En la lista están el proyecto del Gobierno para rebajar el IVA a los medios gráficos de menor facturación, que tuvo ayer dictamen favorable de las comisiones de Presupuesto y Libertad de Expresión. La iniciativa contempla que los medios con una facturación anual de hasta 63 millones de pesos (sin IVA) paguen una alícuota del 2,5 por ciento; aquellos que facturan entre 63 millones y 126 millones de pesos, una alícuota del 5 por ciento, mientras que aquellos que facturen más de 126 millones seguirán pagando la actual alícuota de 10,5 por ciento.

También habrá dos temas impulsados por los diputados de La Cámpora: la indemnización a las víctimas de la voladura de la fábrica militar de Río Tercero en 1995 (Eduardo “Wado” De Pedro) y el régimen laboral para los trabajadores de call center, hasta ahora desregulado y precarizado (Andrés “Cuervo” Larroque). Así como el traslado de la estatua de Colón, que había generado controversias entre los gobiernos nacional y porteño.

Para el próximo miércoles, el oficialismo ya garantizó –por las dudas– el quórum junto a sus aliados para sesionar. Un ejercicio que realiza desde hace tiempo y que aceitó en los últimos días, por si el Gobierno necesita de urgencia el accionar del Congreso para acompañar algún posible acuerdo con los fondos buitre.