El ministro de Defensa, Agustín Rossi, recorrió ayer las obras de reconstrucción y modernización del buque rompehielos Almirante Irízar en el astillero Tandanor, en Costanera Sur, y aseguró que la nave “volverá a la Antártida en la campaña 2015-2016”. El buque, afectado en 2007 por un incendio que alcanzó al 80 por ciento del barco, fue reconstruido y remodelado en un proceso que incluyó una profunda modernización tanto de la maquinaria naval como de los laboratorios que permiten la investigación científica a bordo. La obra de recuperación comenzó en septiembre de 2009 y demandó más de un millón de horas/hombre y unos 500 millones de pesos. “Cuando elegimos reconstruir el Irízar en Tandanor, sabíamos que podía llevar tiempo, pero estamos convencidos de que esta obra le otorgó al astillero muchas capacidades que antes no tenía y no hay manera de que sus trabajadores hubiesen acumulado tanta experiencia en un buque de estas características”, explicó Rossi, que además destacó que el trabajo “costó mucho menos que lo que hubiese costado comprar un rompehielos en el exterior” y, además, “deja la experiencia y la capacidad instalada para continuar con otros proyectos”.