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“En la Casa de Gobierno hay uno de nosotros”, dijo Ricardo Velazco y ya no hacían falta más palabras para traducir el acto fundacional de la Corriente Nacional y Popular 25 de Mayo como una muestra de apoyo a Néstor Kirchner. Pero el hombre no quiso dejar margen para la duda. Y a la hora de la despedida fue categórico: “Venimos a defender y garantizar el mandato del gobierno popular”, sentenció.
La Corriente se lanzó ante una colmada Federación de Box. Agrupa a militantes sociales y barriales. Y su misión, según presentaron en sociedad, es la de “construir poder popular” a través de la organización política.
“Vamos a romper esa lógica liberal. Esta no es una agrupación supraestructural. Nosotros vamos a construir de abajo hacia arriba”, sentenció Pacha Velazco, despertando el aplauso de hombres, mujeres y chicos que poblaron las tribunas de la sede del pugilismo argentino.
El acercamiento de Velazco al Gobierno no es sólo político. El dirigente barrial es el marido de la titular del Banco Nación, Felisa Micceli. La mujer fue blanco de las miradas y se sentó a un costado del ring que los oradores utilizaron de estrado. “Yo vine como esposa, no como funcionaria del Gobierno”, se preocupó en dividir los tantos.
Otro presente que abundó en aclaraciones fue el secretario de Obras y Servicios Públicos del gobierno porteño, Abel Fatala. Dijo que participó a título personal y no como un enviado del Jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra.
¿Qué propone La Corriente con su trabajo cotidiano, amén del apoyo al Gobierno? Se puede resumir en tres puntos:
- “Fortalecer y desarrollar la organización de empresas sociales productivas que generen empleos genuinos y sustentables”.
- “Promover el desarrollo comunitario y productivo local y regional juntamente con el Estado, las empresas sociales y las organizaciones de la sociedad civil”.
- “Apoyar la creación y el fortalecimiento de emprendimientos productivos y sociales encargados por las organizaciones territoriales basados en la autogestión, la asociatividad y la profundización de los lazos solidarios”.
Velazco evaluó la viabilidad de las propuestas a partir del fin de un ciclo que se inició en marzo de 1976 con la dictadura militar. “Estamos convencidos de que a partir del 19 y 29 de diciembre del 2001 se inició un proceso que derivó el 25 de mayo en la conformación de un gobierno popular”, señaló a este diario.
“Ojo, no es que los que integramos La Corriente no existiéramos. Ese 19 y 20 ya estábamos en la calle. Eramos parte del ‘sujeto-pueblo’ que le dio el empujón a De la Rúa y Cavallo”, señaló Velazco.
Ya para las tribunas, calificó al período en el que gobernó Eduardo Duhalde “como un año y medio de confusión” en los que “asambleístas y piqueteros fueron protagonistas”. Y, paso seguido, ensalzó la reivindicación de Kirchner a las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo realizadas en la ONU, y también el estilo K de “romper la lógica liberal” y permitir “que la Argentina comienza a cambiar”.
“Esa lógica liberal decía que no había que abrir muchos frentes a la vez porque el poder desgasta. Pero el poder desgasta si no se representan los intereses populares, si se es genuflexo”, atizó, destacando que la “nueva Argentina” le permitió a Fidel Castro un acto masivo fuera de Cuba, por el que ofreció en las escalinatas de la Facultad de Derecho.
Y no se cansó de resaltar que ese cambio estuvo marcado a fuego por la participación barrial de todo el país, de donde nacieron las más de 50 agrupaciones que se acercaron a la Federación de Box, como el Centro Cultural Rincón, la Asociación Vecinal Capitán Bermúdez, el comedor Los Angelitos, la Asociación Civil Los Hornos, el comedor y merendero General San Martín y el comedor Madre Pueblo Villa 20, entre tantas otras.