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Fue una verdadera ceremonia de bautismo. Y el propio presidente Néstor Kirchner explicó la real dimensión de la inauguración de Línea Aérea Federal S.A. (Lafsa), la nueva aerolínea comercial del Estado, en el Aeroparque Metropolitano: “Hay que terminar con los caprichos de los vuelos organizados por determinados grupos en forma monopólica”. A pleno sol, y frente a muchos de los 350 ex empleados de las quebradas Dinar y LAPA, que se incorporarán en una primera etapa a la nueva compañía, Kirchner encabezó ayer al mediodía el acto de lanzamiento que fue coronado con la partida del primer vuelo. El destino: Río Gallegos.
Junto al jefe de Gabinete Alberto Fernández, el ministro del Interior Aníbal Fernández, de Trabajo Carlos Tomada, y de Planificación Federal Julio De Vido, Kirchner presenció con entusiasmo el despegue de la primera aeronave con la inscripción Lafsa - Southern Winds. Este es el rótulo de la nueva compañía, producto del acuerdo de complementación (joint venture) firmado un mes atrás por la nueva Línea Aérea Federal S.A (Lafsa) y la privada Southern Winds.
Uno de los objetivos principales de este convenio es dar una solución a los más de 1000 trabajadores aeronáuticos que quedaron a la deriva tras las caídas de las privadas Dinar y LAPA. Según se indicó, el acuerdo privado establece que a los 350 ex empleados que se incorporaron inicialmente, se irá sumando más personal a la par de la ampliación de la flota de aviones en los meses próximos, hasta conformar un plantel de alrededor de 850 empleados. El Presidente destacó en la inauguración que la creación de Lafsa “surgió de la decisión de defender las fuentes de trabajo de los aeronáuticos y de superar las circunstancias producidas por la quiebra de LAPA y Dinar, del mismo modo que se actuó en su momento en el caso de Aerolíneas”. Y como subrayando sus palabras, dejó en claro que se abre “una nueva alternativa para tener un espacio aéreo sin monopolios”.
“Quiero que Lafsa preste un gran servicio, para que Aerolíneas Argentinas preste también un gran servicio y todo en beneficio de los argentinos”, destacó además Kirchner, quien al finalizar su discurso se encargó de saludar personalmente a los trabajadores que segundos antes lo habían escuchado decirles a la cara “vuelven a trabajar”. Los empleados de la flamante aerolínea, le agradecieron “que haya cumplido con su palabra de poner en marcha esta empresa estatal”. Desde que las dos compañías quebradas dejaron de operar, los ex empleados afectados cobran 300 pesos mensuales en concepto de subsidio por desempleo, y ahora se acordó que el Estado pague los sueldos de quienes se incorporen por Lafsa, lo que implicará un monto mensual de entre 1.700.000 y 2.000.000 de pesos.
En la ceremonia estuvieron presentes además el secretario de Transporte Ricardo Jaime, el subsecretario de Transporte Aerocomercial Ricardo Cirielli, el diputado (ARI) y dirigente del gremio aeronáutico Ariel Basteiro, y los presidentes de Lafsa José Alberto Bidart, y Juan Maggio, presidente de Southern Winds.
Según se precisó en el acto, la unión Lafsa-SW llegará a integrar una flota de hasta 15 aviones que cubrirán cerca de 30 rutas de cabotaje con viajes a Córdoba, Posadas, Bariloche, Neuquén, Tucumán, Ushuauaia, Bahía Blanca, y Río Gallegos con escala en Comodoro Rivadavia. Actualmente, SW opera 2 aviones B-767 para vuelos internacionales y otros tres de tipo B737, en rutas de cabotaje. Y según establece el acuerdo alcanzado el mes pasado, el Estado aportará hasta 3,2 millones de pesos mensuales (alrededor de un 1 millón de dólares) para afrontar gastos de combustible exclusivamente, durante los próximos seis meses, prorrogables por igual término.
Una de las intenciones del Gobierno es que la compañía sea totalmente privatizada en un futuro inmediato, cosa que según el decreto para la creación de la aerolínea debe ocurrir dentro de los próximos seis meses, y que no deberá alterar las futuras incorporaciones, uno de los objetivos centrales como quedó en claro ayer en el Aeroparque.