En 2014 concluyeron 19 juicios por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura y ya suman 577 los represores condenados en total.

Las primeras sentencias del año pasado se dictaron el 21 de febrero, en el marco del tercer juicio a represores realizado en Chubut. Allí, Teófilo Saá y Carlos Españadero recibieron prisión perpetua por el homicidio del soldado conscripto José Luis Rodríguez Diéguez.

El 14 de mayo, la Justicia neuquina condenó a los ex jefes militares Mario Gómez Arenas, Luis Alberto Farías Barrera e Hilarión de la Paz Sosa a 25 años de prisión; al ex agente de Inteligencia Jorge Di Pascuale a 17 años y al ex subjefe de la delegación Neuquén de la Policía Federal, Jorge Soza a 6 años y medio. El 29 de mayo, el Tribunal Oral Federal Nº 1 de San Martín sentenció a la obstetra Lidia Fanni Villavicencio a 8 años de prisión por falsificación del certificado de nacimiento de Catalina de Sanctis Ovando, nacida en el Hospital de Campo de Mayo. También el 29 de mayo, pero en Jujuy, el Tribunal Oral Federal condenó a Antonio Orlando Vargas, ex interventor en el Penal jujeño, a prisión perpetua, y al ex suboficial del Ejército César Darío Díaz también a reclusión perpetua, por delitos de privación ilegal de la libertad, tortura, tormentos y homicidio contra siete víctimas detenidas desaparecidas. Otros represores recibieron penas de entre 9 y 15 años. En Tucumán, el mismo día, la Justicia condenó a prisión perpetua a los acusados del homicidio del militante Osvaldo Sigfrido De Benedetti.

El 6 de junio, el Tribunal Oral Federal de Santa Fe falló nuevamente contra el ex juez federal de esa ciudad, Víctor Brusa, y otros represores. El 9 de septiembre concluyó el juicio a los apropiadores de Pablo Javier Gaona Miranda y el 29 de septiembre ocurrió lo mismo en Salta en el juicio por los asesinatos de 12 víctimas de la represión ilegal.

En octubre hubo juicios en Santa Fe, San Martín, Rosario y La Plata. Mientras que en diciembre hubo condenas a represores en Mar del Plata, Capital Federal y Tucumán. El último proceso del año fue el de Olavarría, donde se juzgaron los crímenes cometidos en el centro clandestino Monte Peloni.