La madrina de la adolescente Lola Chomnalez y su pareja, Hernán Tuzinkevich, eran indagados anoche por “notorias contradicciones en sus declaraciones previas”, afirmó un vocero de la Justicia uruguaya. Tuzinkevich lo hacía en condición de detenido como principal sospechoso por el crimen de Lola, cuyo cadáver apareció el martes en la playa de Valizas, Uruguay. También se halla detenido un joven uruguayo, pero no estaría directamente vinculado con el homicidio. Se sabe que la joven –que tenía 15 años y había ido a pasar el fin de año con su madrina– murió asfixiada; tenía también heridas punzantes, que no fueron causa de su muerte; no había signos ostensibles de violencia sexual. Están en curso peritajes sobre las uñas y fluidos corporales de la víctima, que podrían establecer el ADN de su agresor.

“Continúan declarando la madrina de la víctima y su pareja”, confirmó a este diario, pasadas las 22.30 de anoche, Raúl Oxandabarat, vocero de la Suprema Corte de Justicia de Uruguay, y agregó que “también declaró uno de los hijos de la madrina, de 14 años”. El vocero precisó que “por ahora, existe la sospecha de que ambos podrían estar vinculados al hecho delictivo. En el caso del hombre, está detenido e incomunicado. La mujer no está privada de su libertad, si bien sobre ella también recae sospecha. Ambos son asistidos por abogados uruguayos”. El hecho de que él esté detenido y ella no respondería a diferencias en el grado de presunta responsabilidad atribuida.

También se halla detenido por el caso un joven que explota un cíber, en Uruguay. Pero esta captura “no se vincula directamente con el homicidio, sino con mensajes que desde su establecimiento, a través de las redes sociales, se enviaron a la familia en relación con la situación de la víctima”, explicó Oxandabarat.

La indagatoria, que continuaba al cierre de esta edición, era efectuada por la jueza Marcela López, luego de que sus primeros testimonios arrojaran dudas. “Especialmente las declaraciones de la pareja de la madrina muestran una notoria contradicción e inconsistencias con otros testimonios y elementos que surgieron, cuya difusión en este momento podría malograr la investigación”, dijo el vocero

En la tarde de ayer, la jueza dispuso un peritaje sobre un vehículo perteneciente a Tuzinkevich mediante luminol, sustancia química que detecta rastros de sangre y otros fluidos orgánicos; los resultados aún no fueron dados a conocer. También se efectuó un nuevo rastrillaje en la zona donde apareció el cuerpo, esta vez utilizando un detector de metales, pero sin resultados.

Hay otros dos peritajes pendientes: “Se retiraron tejidos de debajo de las uñas, para investigar la presencia de ADN del homicida, y también fluidos de la zona genital de la víctima, para determinar si hubo acceso sexual –contó Oxandabarat–. Los resultados no estarán todavía disponibles en esta semana”. El examen forense sobre el cuerpo registró “cortes en el cuello y en una muñeca”, mientras que “sus ropas, incluso la ropa interior, estaban intactas”. Oxandabarat precisó que “las puñaladas o puntazos, efectuados con un objeto cortante, no fueron la causa de la muerte, que fue por asfixia: esto se constató por la presencia de arena en los pulmones. No se hallaron signos que evidenciaran violencia sexual, pero esta posibilidad todavía no puede descartarse”. El vocero admitió que “en cuanto a las circunstancias de la muerte, el abanico sigue abierto, todavía no tenemos certeza de lo que ocurrió”.

Inicialmente se había detenido como sospechoso a un hombre de unos 40 años, cuyas características coincidían con la descripción ofrecida con personas que creyeron haber visto a la joven en compañía de una persona de esa edad; el detenido presentaba en su cuerpo rasguños que atribuyó a una pelea con su mujer; efectivamente, la señora, citada por la jueza, confirmó la declaración de su pareja y en definitiva “esa pista se diluyó porque no coincidía absolutamente en nada”, resumió Oxandabarat.

Lola Luna Chomnalez había desaparecido el 28 de diciembre en la playa de Valizas, sobre la costa atlántica uruguaya, y su cadáver apareció el martes 30, semienterrado en las dunas. La adolescente había viajado sola para pasar el fin de año con su madrina, la pareja de ésta y sus dos hijos, uno de 14 y otro de unos 3 años. Diego y Adriana Chomnalez, los padres de Lola, se trasladaron a Uruguay luego de la desaparición y el 31 declararon ante la jueza, tras lo cual volvieron a la Argentina. Ayer Diego Chomnalez manifestó que “a Tuzinkevich lo conocimos hace cinco años” y agregó que “desde hace poco tiempo, no tengo confianza en él”.

Lola Luna Chomnalez había cumplido 15 años hace pocas semanas. Era hija única de Adriana y Diego Chomnalez y nieta de la reconocida chef Beatriz Chomnalez. Vivía con sus padres en el barrio de Caballito.