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–¿Qué hay que mantener y defender del actual modelo y qué hay que incorporar?

–Son muchas las cosas que hay que mantener; entre las más importantes están la política de derechos humanos basada en la verdad, la justicia y la memoria, la ampliación de derechos para los sectores más vulnerables de la sociedad, la Asignación Universal por Hijo, la nacionalización de los fondos de las AFJP y de YPF, la inversión en educación y ciencia y tecnología. Creo que para consolidar todo lo hecho hasta ahora se deben profundizar las transformaciones. Por eso, propongo la creación de un Banco de Desarrollo Industrial, una reforma tributaria y una nueva ley de servicios financieros para favorecer la producción y el trabajo. Con estas medidas podemos seguir transformando la Argentina, ampliando derechos, estimulando la industria y la creación de trabajo y, sobre todo, redistribuyendo la riqueza. También hay que continuar generando empleo e incorporar al sistema formal a ese tercio de trabajadores que no tiene derechos ni beneficios sociales. Es por eso que propongo la creación de un Ministerio de la Economía Popular que brinde asesoramiento, capacitación y respuestas para todo el conjunto de trabajadores de la economía social, que es un universo de entre cuatro o cinco millones de personas que trabajan, ya sea en la agricultura familiar, en fábricas recuperadas o como vendedores ambulantes. Todo ese sector se caracteriza por tener bajos salarios, malas condiciones de trabajo, poca protección social y baja productividad.

–¿Cuáles serían sus primeras medidas de gobierno?

–La primeras medida que tomaría serían la reforma de la ley de ministerios, para crear el Ministerio del Medio Ambiente, el Ministerio de la Mujer y el Ministerio de la Economía Popular. Además, promovería una profunda reforma de las fuerzas de seguridad para capacitarlas en su función y para terminar con la corrupción y la violencia institucional. También crearía una agencia federal que centralice todas las políticas sociales, se extienda por todo el territorio y sea el brazo único del Estado para construir equidad. Convocaría desde el primer día a empresarios y trabajadores para generar un espacio de acuerdo sobre precios, salarios, tasas de interés e inversión que fortalezca el crecimiento de la economía.

–¿Por qué habría que elegirlo a usted y no a los otros precandidatos del Frente para la Victoria?

–Todos somos distintos, todos tenemos matices. Tanto en el Frente para la Victoria, como en el peronismo, hay distintas vertientes. Mi proyecto es continuar con la transformación de la Argentina, para que el crecimiento económico se transforme en desarrollo, para que la inclusión se convierta en plena justicia social y para que se garantice trabajo para todos y con plenitud de derechos. En lo personal, creo tener una sólida historia de compromiso al lado de los más humildes de nuestro pueblo y una probada vocación de defensa de la soberanía nacional y a favor de la integración regional.