“Mi sueño es ser gobernador de la provincia de Buenos Aires, continuar las políticas que ha hecho bien el gobernador Scioli y profundizar muchísimas cosas más que hoy necesita nuestra provincia. Creo que el modelo que uno soñó y trabajó en Lomas de Zamora se puede replicar”, dijo Martín Insaurralde, confirmando que buscará ser el candidato del Frente para la Victoria en ese distrito, luego de varios meses de indefinición. La novedad despertó reacciones críticas en el oficialismo, con la excepción del mismo Scioli, que ensayó una defensa del jefe comunal. En la Casa Rosada relativizan las chances de Insaurralde de ocupar ese lugar.

De esta manera, el intendente lomense se suma a una larga lista de dirigentes que aspiran a encabezar la boleta peronista en el distrito más grande del país. Ya estaban anotados en esa carrera el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; el titular de Anses, Diego Bossio; los intendentes Fernando Espinoza (La Matanza) y Patricio Mussi (Berazategui); el secretario de Seguridad, Sergio Berni, y el legislador provincial Fernando “Chino” Navarro.

Dos de ellos salieron ayer al cruce del recién llegado, para marcar la cancha. Primero Bossio sostuvo que, si bien tiene “legitimidad” para ser candidato, apuntó contra los dirigentes a los que “el ‘Bailando’ los marea”, en referencia a las apariciones televisivas del lomense. En tanto Mussi dijo que Insaurralde “no sólo traicionó al electorado al abandonar su banca de diputado, sino también a todos los que estuvieron trabajando codo a codo con él para instalar su candidatura, desde la Presidenta hasta sus colegas intendentes”. Esto fue respaldado por los jefes comunales que forman parte del espacio Los Oktubres.

Scioli, en tanto, terció a favor de Insaurralde. “El Frente para la Victoria se nutre de una diversidad de dirigentes, de candidatos. Más allá de los nombres, lo importante es que haya coincidencias en defender el trabajo argentino, el desendeudamiento, la reindustrialización. Y Martín, a su manera, viene defendiendo y respaldando estas políticas. Lo hizo como intendente, luego como diputado, ahora ha vuelto a su municipio”, sostuvo el gobernador. Por la tarde, las esposas de ambos, Karina Rabolini y Jésica Cirio, compartieron un acto en Lomas de Zamora.

Sin embargo, el gobernador quedó solo bancando a Insaurralde: en el kirchnerismo no le perdonan su comportamiento zigzagueante desde que fue el primer candidato a diputado del FpV hace dos años. “Por más ganas que tenga de ser candidato, difícil que en la Casa Rosada se la dejen pasar”, comentaban en el gobierno nacional, donde además destacaban que, a diferencia de lo que sucedía hace algunos meses, hoy hay otros precandidatos en el espacio que miden igual o mejor que el lomense.