Desde Mendoza

En la elección primaria de hoy, 1.352.973 mendocinos están habilitados para definir los candidatos que competirán el 15 de julio por la gobernación de Mendoza. La mayoría de los frentes y alianzas buscará un lugar en el cuarto oscuro de julio sin competencia, salvo el oficialismo provincial, donde tres aspirantes se disputan en la interna del Frente para la Victoria la sucesión del gobernador Francisco “Paco” Pérez: el senador nacional Adolfo Bermejo, el diputado nacional Guillermo Carmona y el ex funcionario provincial Matías Roby. Del otro lado, la fórmula puramente radical de Alfredo Cornejo-Laura Montero arrastra a toda la oposición provincial y nacional –el PRO, el massista Frente Renovador y el Partido Demócrata– que se entusiasma, encuestas en mano, con destronar al PJ. El Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) busca convertirse otra vez en la sorpresa de la elección mendocina y ratificar su condición de tercera fuerza política provincial, mientras que el MST, el Partido Federal y Es Posible pelean por superar el piso de la PASO.

Sólo en las afueras de la capital Mendoza muestra los restos de la campaña electoral con carteles de todos los partidos. En el centro mendocino, con las primarias municipales ya resueltas –se adelantaron en febrero–, la campaña para gobernador quedó relegada a las carteleras oficiales, donde todavía sonríen los distintos candidatos en afiches prolijamente pegados.

La actividad partidaria se concentraba anoche en los frenéticos preparativos para fiscalizar la elección. El recuento de las 3965 urnas no promete ser fácil. La disputa compleja se trasladó a los municipios: allí las opciones y boletas se despliegan como un abanico detrás de cada fórmula provincial, casi como una ley de lemas.

No pocos intendentes peronistas colgaron su propia boleta de los tres precandidatos a la gobernación: Bermejo, Carmona y Roby, cada uno con sus listas a legisladores provinciales (diputados y senadores). Pero por detrás de cada candidato a jefe comunal se multiplican las boletas de concejales que los apoyan y que en algunos casos llegan hasta diez.

La disputa del FpV se concentrará entre los dos candidatos principales: Bermejo, alineado con el gobierno provincial y la liga de intendentes con un perfil más pejotista; y Carmona, que expresa y aglutina al kirchnerismo más puro y que se respalda en el gobierno nacional. Roby, en tanto, un ex funcionario enfrentado con la administración provincial, representa a un sector más chico dentro del PJ, cuyos votos tanto Bermejo como Carmona aspiran a capitalizar si ganan la interna. Ambos se comprometieron a ir a saludar al ganador el mismo domingo por la noche para mantener al peronismo unido, a pesar de la dura disputa entre ambos.

La lista que encabeza Bermejo dejó afuera al kirchnerismo de Mendoza, por lo que el gobierno nacional desplazó al histórico operador político del peronismo mendocino Carlos “El Chueco” Mazzón y respaldó la decisión de armar la lista K que pelee la interna. Carmona, que arrancó de atrás, se entusiasma con el “crecimiento” de su campaña y promete dar una pelea pareja. Bermejo espera que la disputa peronista haga más atractiva la interna propia y sirva para achicar al mínimo la diferencia que en las encuestas le lleva el frente opositor Cambia Mendoza. El resultado de la disputa peronista y la diferencia entre las fórmulas más competitivas son los dos principales interrogantes en estas PASO mendocinas.

En el frente Cambia Mendoza, la fórmula Alfredo Cornejo-Laura Montero no tendrá competencia interna y aglutina a casi todo el resto del arco opositor en una lista común de legisladores provinciales: el radicalismo, el PRO, el massista FR y el local Partido Demócrata Mendocino. Pero las diferentes corrientes de la UCR se enfrentan en casi todas las comunas, donde también se pliegan a la pelea los demócratas locales y en menor medida los débiles macrismo y massismo mendocino. Al igual que sucede en el FpV, la disputa interna también se trasladará a las comunas.

Apoyado en las encuestas, la UCR nacional y local ya tienen programado un gran festejo, con la idea de que una buena diferencia a su favor definirá la elección general de julio.

El tercero en discordia es el FIT, que postula como gobernadora a la joven profesora de historia Noelia Barbeito. El FIT quiere demostrar que la cosecha de votos de 2013, donde consagró como diputado nacional a Nicolás Del Caño, entre otros cargos, no fue una expresión pasajera del voto bronca. En cambio, el MST que lleva como candidata a la ingeniera agrónoma Marcia Marianetti, el Partido Federal con el abogado Alberto Aguinaga a la cabeza y Es Posible con el también abogado Luis Gagliotti aspiran a superar el piso de las PASO.