El decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, el radical macrista José Luis Giusti, presentó su renuncia por motivos “estrictamente personales” y “ajenos a la función pública”. Desde la FUBA vincularon el anuncio a dos supuestas denuncias abiertas por violencia de género y enriquecimiento ilícito impulsadas por la ex mujer de Giusti, Laura Natalia Grass, de quien se encuentra en proceso de divorcio.

En los ’90 Giusti fue dirigente estudiantil de Franja Morada –la agrupación radical hoy reconvertida, en la CABA, como Nuevo Espacio, al mando de Emiliano Yacobitti– y desde ese lugar llegó a integrar el gabinete del entonces rector Oscar Shuberoff, como secretario de Hacienda. A ese cargo retornó en 2009, luego de una frustrada candidatura a legislador en la lista del PRO. Antes había sido auditor porteño, titular de la Unidad de Coordinación de Planes Estratégicos y del Instituto de Vivienda del Gobierno de la Ciudad. Al decanato de la Facultad de Ciencias Económicas había llegado en marzo de 2014, cuando el anterior decano, Alberto Barbieri, dejó su puesto para pasar a ser rector de la UBA.

Desde la FUBA señalaron que la renuncia de Giusti “se da en un contexto de graves denuncias por corrupción y violencia doméstica” y calificaron la noticia como un nuevo “golpe al rectorado”, que se suma a la salida del vicerrector Darío Richarte –otro radical de origen shuberoffista–, quien dimitió hace un mes. Adrián Lutvak, copresidente de la FUBA (La Mella) aseguró que, además, se investiga “una presunta vinculación de Giusti con la droguería que provee tanto al Hospital de Clínicas como al Hospital Raffo, ambos dependientes de la UBA”. También se menciona a un hotel en Santa Teresita. Según la versión, las denuncias surgieron “a partir del proceso de divorcio con su mujer”, que impulsó una investigación sobre el patrimonio real de Giusti.