“Hubo una vocación aviesa de ensuciar la imagen de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, sin ningún tipo de asidero jurídico”, sostuvo ayer el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, al comentar la desestimación de la denuncia del ex fiscal Alberto Nisman por parte del fiscal de la Cámara de Casación. El funcionario sostuvo que la causa fue armada “por una búsqueda politiquera de mala factura”. “No podemos encontrar otra cosa en esto, y los que se hacen eco también forman parte de lo mismo”, advirtió. También desde Justicia Legítima respaldaron el dictamen de Javier De Luca, que puso la presentación de Nisman a un paso de su archivo.

El lunes, el fiscal de Casación desistió de impulsar la demanda que acusaba a la mandataria, el canciller Héctor Timerman, el diputado Andrés Larroque y varios dirigentes sociales de haber encubierto a los iraníes imputados del atentado a la AMIA. Al fundamentar su decisión, el fiscal explicó que, “por más que se recorran todas las hipótesis una y otra vez, no se logra encontrar delito alguno a averiguar y demostrar”. En esta línea, indicó que no existió delito en la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán ni en la propuesta de constituir una Comisión de la Verdad, las dos votadas por el Congreso Nacional.

El jefe de Gabinete fue consultado sobre el tema al ingresar a la Casa Rosada. “La denuncia fue un planteo ridículo y bochornoso que ha puesto a nuestro país a los ojos del mundo de la peor forma, generado por alguien que no ha tenido la más mínima idea de lo que es el derecho”, señaló a los cronistas que lo esperaban en la puerta de Casa de Gobierno. Y se mostró seguro de que la causa va a ser “archivada definitivamente”.

Además, salió al cruce de Elisa Carrió, que dijo que De Luca era “cómplice de un asesinato y de encubrimiento”. “Esta señora es sucia en todo el sentido de la palabra, porque no ha dicho una buena palabra de nadie. Habló mal de toda la gente que estuvo a su lado y no falta mucho para que empiece a hablar mal de Mauricio Macri y de los hombres y mujeres de la política que la rodean. ¿Y yo me tengo que hacer malasangre por una mujer sucia, que todo lo que expresa,vuelca mugre, con esa lengua bífida?”, se preguntó el jefe de Gabinete.

Por su parte, la titular de la Cámara de Casación Penal y referente de Justicia Legítima, María Laura Garrigós de Rébori, defendió al fiscal De Luca de las críticas que le realizaron algunos medios que lo catalogaron como “fiscal kirchnerista”. “De Luca es un académico muy reconocido y el cargo que hoy tiene lo obtuvo por concurso, es decir que ha probado que sabe de derecho”, indicó. La magistrada agregó que De Luca “no fue puesto a dedo como muchos de los fiscales que lo critican y que llegaron a su cargo porque conocían a alguien que los puso en ese lugar”, e hizo una mención explícita de los fiscales Ricardo Sáenz y Germán Moldes: “Ellos llegaron a su cargo sin concurso y De Luca, en cambio, tiene valía académica y trayectoria. No quiero decir que sean menos fiscales, pero, por lo pronto, con De Luca está testeado y con los otros no”.

En el mismo sentido se expresó la fiscal nacional en lo Criminal Cristina Caamaño, que apuntó que los cuestionamientos a su colega “son argumentos políticos y subestimaciones de una persona súper estudiosa que hizo un dictamen basado en el derecho”.

También habló Lucila Larrandart, abogada del diputado Larroque y directora del Departamento de Derecho Penal de la Facultad de Derecho de la UBA. “Fue una maniobra política”, sostuvo sobre la denuncia de Nisman, “pero por suerte la Justicia actuó independientemente no sólo del poder político sino también del poder mediático”. Larrandart concluyó que “habría que preguntarse por qué hizo eso, o quién le hizo hacer eso a Nisman”.

Para el constitucionalista Eduardo Barcesat, el dictamen de De Luca está “muy bien fundado”. “Ha triunfado la racionalidad jurídica. Los que alentaron esta causa en función de armar un escenario de enjuiciamiento a la Presidenta se han quedado con las manos vacías”.