“La única arma que tenemos y a la que nunca vamos a renunciar jamás es la palabra, el reclamo. La palabra de las argentinas y los argentinos estará en cada uno de los foros internacionales, todo el tiempo”, aseguró la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al encabezar el acto por el Día de la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los Espacios Marítimos Circundantes, reclamó nuevamente al Reino Unido que acepte sentarse en la mesa de diálogo “en el marco del paraguas que marcan las resoluciones de las Naciones Unidas” al respecto y aseguró que la Argentina “no va a renunciar nunca” al reclamo histórico de soberanía sobre el Atlántico Sur.

Ante una nutrida comitiva de funcionarios, dirigentes e invitados que acudieron al Museo Malvinas, emplazado en el predio de la ex ESMA y que ayer cumplió un año, la mandataria además trazó un paralelismo entre el colonialismo territorial que ejerce Londres sobre las islas con la pretensión de los fondos buitre, con la venia del sistema judicial de los Estados Unidos, de volver a controlar la economía argentina a través de la convalidación del reclamo de los fondos especulativos, que pasó recientemente, por un nuevo fallo del juez Thomas Griesa, de 1600 millones de dólares a más de 20 mil millones en moneda norteamericana.

“Hace pocos días se cumplió lo que habíamos anunciado: incorporaron a otros fondos buitre y ya no son 1600 millones de dólares, hoy son 20.000 millones de dólares que hay que pagar”, destacó, e hizo referencia a “la responsabilidad de los dirigentes políticos” de comprender que “este tema de la deuda no es sólo una cuestión económica y financiera, es esencialmente una cuestión de subordinación política, de sojuzgamiento político para seguir aplicando políticas neoliberales que solo llevaron al desastre”.

Al analizar losefectos del nuevo fallo del juez Griesa, la Presidenta afirmó que si se hubiera pagado enseguida como reclamaron en ese momento “algunos argentinos que ahora son candidatos, no sería raro que otro juez dijese después que también hay que pagarle lo mismo al 93 por ciento de los bonistas que entraron al canje, en virtud de un tratamiento equitativo con el 7 por ciento que hubiera cobrado todo al contado, y así se caería toda la reestructuración de la deuda”. “El tema de la deuda”, se explayö CFK, “no es solo una cuestión económica sino esencialmente de subordinación política, para seguir aplicando las políticas neoliberales que nos llevaron al desastre”.

Antes del discurso, la Presidenta le entregó al director del Museo Malvinas, Jorge Giles, un ejemplar original del Informe Rattenbach, encargado por el gobierno militar de Reynaldo Bignone para evaluar el desempeño de las Fuerzas Armadas durante la guerra de 1982, y cuyo contenido fue relevado del secreto por este gobierno. Además, ex combatientes le dieron a CFK una placa en reconocimiento a su trabajo y compromiso y una copia de su presentación ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos; la Presidenta les entregó a familiares y ex combatientes elementos personales restituidos por el ejército inglés.

Luego, Fernández de Kirchner celebró el primer aniversario del Museo, “que no festeja ni conmemora la guerra” sino que “refleja lo que ha sido una historia de despojo colonial”. Siguiendo la línea que siempre marcó su gobierno en relación con el conflicto del Atlántico Sur, la Presidenta criticó el incumplimiento reiterado y sostenido durante décadas por parte de Londres de las resoluciones de organismos internacionales que instan al diálogo y la negociación como vía de salida al diferendo. En ese sentido, mencionó el cruce que tuvieron ayer mismo el primer ministro británico David Cameron y el canciller argentino Héctor Timerman, durante la cumbre entre la Celac y la Unión Europea, en el que el inglés lo trató “maleducadamente” al diplomático argentino (ver recuadro). También se quejó de que las decisiones de estos organismos tienen un peso distinto si obligan a países débiles o a países fuertes, que casi nunca las cumplen.

Además, recordó que pronto se cumplirá un año de la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos de dejar en firme el fallo de Griesa en favor de los fondos buitre, y afirmó que la reciente decisión del mismo juez en favor de los bonistas conocidos como “me too” le da la razón al Gobierno, que entonces decidió no pagar para evitar una catarata de fallos en contra del país que deshicieran la reestructuración de la deuda, al contrario de lo que recomendaban otros dirigentes que hoy soy precandidatos presidenciales.

Tras el acto, CFK puso en funcionamiento el Faro de la Soberanía, una construcción dentro del predio de la ex ESMA, sobre la avenida Lugones, donde “la palabra ‘soberanía’ y la luz van a estar encendidas en forma permanente”, con la intención de que “cada argentino y extranjero que lo vea sepa que hay un reclamo de este pueblo contra uno de los últimos 17 enclaves que le quedan al colonialismo en el mundo”.