Sábado, 4 de julio de 2015 | Hoy
EL PAíS › PANORAMA POLITICO
Por Luis Bruschtein
La lógica del denuncismo entró en un clímax grotesco en el último tramo de las elecciones locales, al tiempo que la crisis griega emitía desde un escenario tan lejano problemáticas más reales para los argentinos que las carnes de Xipolitakis inundando cabinas de aviones de Austral, o la denuncia por enriquecimiento ilícito al ministro de Economía menos enriquecido de la historia argentina o el amarillismo extremo que acusó a un nene de siete años de atropellar en estado de embriaguez a Tom Lupo.
Si no fuera por el trágico accidente de Lupo el sábado 20 de junio, quien sigue internado y en grave estado, la campaña de oposición mediática tendría su costado gracioso por el absurdo. Vaya a saber si existió una fuente o si fue un tiro en la oscuridad. Adrián Albor es el abogado de Luis D’Elía en una causa contra Jorge Lanata por difamación y fue precandidato a legislador del FpV en las PASO. Sorprendido, explicó que Lanata había denunciado en su programa de radio que su hijo era el conductor de la camioneta Toyota que en estado de ebriedad embistió el automóvil de Tom Lupo. El auto de la tragedia fue un Fiat Palio y su conductor está identificado. Pero lo insólito es que el hijo de Albor tiene siete años, o sea que nunca podría haber sido el conductor ni haberse alcoholizado y más inquietante es que a nadie se le ocurriera siquiera confirmarlo como acto mínimo de profesionalismo, antes de semejante papelón.
En la misma escuela mediática, Xipolitakis pensó que en plena campaña su video con los pilotos sería oro en polvo. Trató de venderlo y encontró comprador. Lo pasó Canal 13 para atacar a Mariano Recalde, presidente de Aerolíneas y candidato del FpV en la CABA. Los dos pilotos no tenían de dónde agarrarse para no ser aplastados contra las ventanillas por la exuberancia de la mujer que desbordaba la cabina, según muestran la foto y el video que les costó el trabajo a los aviadores.
El abogado del PRO, Santiago Dupuy Delorme, denunció al ministro de Economía y candidato a diputado por la CABA, Axel Kicillof, por una diferencia de 600 mil pesos en su declaración jurada. Si hubiera elegido enriquecerse, Kicillof podría haberlo hecho en una financiera o en una consultora, como la mayoría de los que le antecedieron en ese cargo, en vez de elegir la docencia y la investigación. Dupuy Delorme eligió justo a un ministro de Economía que se diferencia de los demás porque no es rico ni le interesó enriquecerse. No se ve la razón de que si antes no lo hizo en forma honesta, lo hiciera ahora de manera deshonesta. La honestidad en la gestión es un valor republicano. Debe haber pocos en el entorno del abogado con esa cualidad ya que le es tan difícil distinguirla.
Las denuncias mediáticas son cada vez más numerosas y más arbitrarias. Son tomadas por la Justicia, temerosa del poder de las corporaciones mediáticas o en complicidad con ellas, pero no aportan pruebas. Elisa Carrió construye una versión de la República usando la repetición infinita de denuncias vacías. Pero la semana pasada, sin denuncia mediática por medio, fue detenido el empresario Omar Pancari, en el Operativo Manzanas Verdes, acusado de estar involucrado en una extendida red de narcotráfico y lavado de dinero. Hasta hace diez días, Pancari figuraba en la Legislatura de la CABA como colaborador de un legislador del partido de Elisa Carrió. Una denuncia bien hecha, contundente, puede ser importante. Miles de denuncias vacías, en cambio, levantan una cortina de humo que tapa la verdadera corrupción. El que las usa de esa manera termina fomentando lo que dice combatir. En esa modalidad hay un trasfondo corrupto, por la mentira y la manipulación. Cuando se generan tantas denuncias hay que mirar a los denunciadores para encontrar a los delincuentes.
Ya en los días previos a la campaña electoral, se denunció que la Presidenta buscaría cualquier candidatura con tal de conseguir fueros para eludir las denuncias por corrupción. Con la mayoría de los jueces en contra, en estos doce años Cristina Kirchner fue sobreseída de estas acusaciones en tres oportunidades y por jueces diferentes y luego de que sus declaraciones juradas fueran estudiadas del derecho y del revés por numerosos expertos que hubieran querido crucificarla. No pudieron comprobar nada. Finalmente se proclamaron las listas. No figuró como candidata a gobernadora bonaerense, tampoco figuró en la de diputados. Dijeron que iba al Parlasur. Tampoco. La Presidenta eligió no ser candidata, no hizo nada para eludir nada. Todo lo que se dijo fue puro cuento.
La idea que busca instalar este sector de la oposición es que se trata del gobierno más corrupto de la historia. La técnica de machacar y machacar evita la necesidad de mostrar pruebas. Es una forma deshonesta de llevar el eje del debate al terreno de la difamación, que les resulta menos comprometido que el de la discusión sobre temas económicos, sociales o culturales. Al hablar el miércoles en los patios de la Casa Rosada, Cristina Kirchner se refirió a la crisis griega y subrayó que los organismos financieros le exigen al gobierno griego que baje los salarios y las jubilaciones, pero que mantenga un presupuesto militar más alto que el de Inglaterra, para comprarles armas a los propios países que le prestan el dinero: Francia, Alemania y Estados Unidos. “El pueblo griego define este domingo si mantiene los sueños o los abandona”, dijo sobre el referéndum convocado por el gobierno griego por la deuda.
Hay una encrucijada en Grecia que emite reflejos sobre las encrucijadas electorales en Argentina. Los gobiernos anteriores al kirchnerismo sufrieron las mismas presiones que quieren ahogar a los griegos: congelamientos y bajas de salarios y jubilaciones, más ajustes y despidos. Desde hace varios años, el Fondo Monetario Internacional perdió la injerencia que tenía en la política económica. Fue una decisión política del gobierno kirchnerista. Volver a subordinar la economía a las decisiones de los fondos buitre y los organismos financieros internacionales o mantener la soberanía en esas decisiones es un eje del debate. Para Grecia se trata de salir de esa dependencia. Para los argentinos se trata de no volver a caer. Son decisiones que dependen del voto de los griegos y de los argentinos.
El escandalete de Xipolitakis o los denunciadores seriales son trucos de ilusionismo. El parteaguas real está en esa discusión. “Lo que está viviendo el pueblo griego es lo que el pueblo argentino vivió en el año 2001 con el drama de las políticas neoliberales que arrastran al hambre y la desocupación”, afirmó Cristina Kirchner en ese discurso. “El rol que años atrás cumplía el FMI hoy lo desempeñan los fondos buitre, que son los que imponen condiciones a los países” agregó. “Dejemos de mirarnos el ombligo y asumamos que estamos en un mundo cambiante”, pidió para señalar que es necesario gobernar con “un ojo afuera y otro adentro”, hay que saber lo que pasa en el mundo.
La Presidenta habló de Grecia y al mismo tiempo de Argentina, definió el eje del debate mejor que los candidatos y cada cual sabrá de qué lado se pone. La Presidenta dijo en ese discurso que “lo peor que le puede pasar a un pueblo es tener un gobierno que no lo cuide”. No hay mayor acto de corrupción que entregar la economía de un pueblo a quien le hará sufrir hambre y miseria, como los fondos buitre. Los denunciadores seriales no hablan de esta forma de corrupción porque muchas veces le están haciendo el juego.
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