EL PAíS
María Laura Leguizamón, a punto de quedarse con la banca de Bravo
Los senadores peronistas consiguieron el sorpresivo apoyo de la mayoría de los radicales y esperan hoy conceder a quien fuera suplente de Beliz una banca que no ganó en las urnas.
Por Eduardo Tagliaferro
Hace dos años, apenas unos meses antes de que estallara por el aire el gobierno de Fernando de la Rúa, los porteños eligieron a los ex aliancistas Rodolfo Terragno y Vilma Ibarra como senadores nacionales por la mayoría y a Alfredo Bravo como senador por la minoría. El largo proceso de recursos judiciales, iniciados por el actual ministro de Justicia, Gustavo Beliz, a pesar de su promesa pública de no recurrir a los tribunales, puede finalizar hoy cuando la Comisión de Asuntos Constitucionales termine por amplia mayoría dándoles la razón a los reclamos formulados por el funcionario derrotado en las urnas. Los legisladores oficialistas, acompañados por los radicales más disciplinados a la conducción de la bancada, decidirán que la banca del tercer senador porteño le corresponde a María Laura Leguizamón, segunda de Beliz en la fórmula electoral.
Por cierto que la decisión de los integrantes de la comisión parlamentaria deberá luego ser refrendada por el plenario del cuerpo. Hecho que el oficialismo especula conseguir el miércoles que viene. Precisamente un día antes de la jura del nuevo tercio de senadores que ingresa a la Cámara alta. Así las cosas, el PJ sumaría una nueva voluntad y consolidaría la abrumadora mayoría que tiene en la actualidad.
Varios legisladores consultados ayer por este diario no podían salir de su asombro por la decisión del jefe de la bancada radical, el chubutense Carlos Maestro, de acompañar la decisión del PJ y terminar inclinándose por Leguizamón. Fueron precisamente dos radicales, Raúl Baglini y Eduardo Moro, los que defendieron “la soberanía popular” y sin avanzar sobre el fondo del asunto habían adelantado que optaban por el candidato más votado, en este caso por la segunda de Bravo, la cantante Susana Rinaldi.
Según pudo saber este diario, tanto Baglini como Moro mantendrían sus definiciones pese a los cambios de la conducción del bloque. No podría ser menos, ya que antes de que el PJ superara en el conteo de los votos a la UCR en Mendoza, Baglini había hecho suyos los argumentos defendidos por el riojano Jorge Yoma en el dictamen que éste presentó ante la Comisión de Asuntos Constitucionales reclamando la banca para Rinaldi. Luego de una extensa argumentación, Yoma sostiene que “la sentencia de la Corte agravia especialmente el principio de soberanía del pueblo e igualdad de oportunidades”. Incluso se pregunta si la definición de la Corte viene a interpretar que “¿ahora los ciudadanos eligen partidos en lugar de candidatos?”. En sus considerandos responde que “el cuerpo electoral se ‘decide por’ o ‘elige’ al candidato, no al partido o partidos que lo postulan”. El argumento viene a cuento, ya que la Corte le negó la razón a Bravo por haber triunfado con la sumatoria de dos boletas distintas, representando a dos fuerzas electorales distintas. La trampa del mecanismo lo produjo la misma Justicia electoral, al obligar al militante socialista, que encabezaba las listas del ARI, a aceptar las boletas del Partido del Nuevo Milenio, que también lo llevaba como cabeza de lista.
“Yo saldría a la calle y les preguntaría a los porteños quién de ellos votó por el PJ en la elección del 2001”, dice Yoma a este diario. La mención no deja lugar a dudas. En aquella elección el peronismo estaba representado por el cavallista Horacio Tomás Liendo, ya que el peronismo porteño, pese a que Domingo Cavallo había recalado en las costas aliancistas, había elegido realizar un frente con su fuerza, Acción por la República, y habían salido cuartos. Detrás de Bravo, de Beliz que concurrió por el partido Nueva Dirigencia, y del voto en blanco, que fue segunda fuerza.
La porteña Vilma Ibarra repite ante Página/12 los mismos argumentos que formulara en anteriores debates de comisión. “La situación es gravísima. Bravo competía contra sí mismo. Si Bravo ganaba por una lista y salíasegundo por la otra nunca se hubiera podido determinar quién era el senador por la minoría.”
Lo cierto es que el bloque del PJ hizo de la defensa de la tercera banca porteña una verdadera razón corporativa. Así es que logró encolumnar a la mayoría de la bancada en el reclamo. En la comisión coincidirán la santacruceña Cristina Fernández de Kirchner, el riojano Eduardo Menem, la bonaerense Mabel Müller, entre otros. Alquimias que el peronismo es capaz de conseguir.