El intendente electo de Lanús, Néstor Grindetti, saca el dato de la galera. “La última vez que gobernó un radical el municipio fue en 1962. Y el peronismo estaba proscripto”, sonríe el ministro de Hacienda porteño. Desde que comenzó su gestión frente al área económica macrista, Grindetti soñaba con ser intendente de Lanús. Tenía un mapa del municipio en su casa, con alfileres en los lugares donde iban abriendo locales del PRO. “No se va a volver atrás”, señala Grindetti en diálogo con Página/12. Se refiere a la oleada de victorias del macrismo.

–Cambiemos llega a la gobernación con 65 intendentes. ¿Se termina la época de los barones del conurbano o empieza una nueva?

–Está habiendo un cambio ya no de personas en los ejecutivos, sino que es un cambio histórico de paradigma de la política. Acá está habiendo un cambio en el sentido de que para nosotros el eje de la política es la gente. Concebimos el poder como una herramienta para hacer cosas para la gente, que no es lo que han hecho los barones del conurbano en general y el kirchnerismo en particular. Cuando uno está en la película, sos protagonista, no es como una foto. Yo trato de salirme y mirar y me parece que se está produciendo en la Argentina un cambio que es estructural y que es profundo. Es tan estructural y profundo que se garantiza que no se va a volver atrás. No es una curvita que después volvemos a enderezar. Es un giro de 90 grados en la forma de hacer política. Eso es lo que está pasando. No simplemente un cambio de un intendente por otro. Ahora, donde no ganó Cambiemos, hay que destacar que son intendencias donde la gestión no fue tan mala. Si mirás Avellaneda y Lomas de Zamora, más allá de tener muchas diferencias, como intendentes, como gestores, no fueron tan malos como el resto. La gente priorizó la gestión. ¿Por qué? Porque creo que se cansó de la ausencia del Estado, de la no política, de que los intendentes estuvieran ausentes. Si vas a un barrio periférico de Lanús, la pobreza no es joda. No me refiero sólo al salario que perciben, sino a la ausencia de cosas elementales que el Estado debería darles y no les da: seguridad, salud, educación e infraestructura.

–De todas formas, el PJ bonaerense conserva 55 intendencias y María Eugenia Vidal va a asumir con minorías en el Senado y Diputados provinciales. ¿Les preocupa la gobernabilidad?

–No. En Lanús, mucho del peronismo está con nosotros. No está formalmente el PJ. Pero hay concejales que estaban con Massa y se pasaron con nosotros. Mucha dirigencia gremial. Además, aprendimos a no tenerle miedo a no tener mayoría absoluta. En términos objetivos, es bueno que tengas que ir a buscar una cantidad de votos para lograr las cosas. Eso garantiza que hay una negociación política en el medio y que no se hace lo que uno quiere, que es lo que pasó con el kirchnerismo.

–Cuando dice una negociación política, ¿están pensando en negociar cargos del gobierno provincial?

–No. Me refiero a la negociación de las leyes, donde dos partes o salen contentos o tristes, pero ninguna de las dos ganó. No es una negociación comercial. Es política. Nosotros en la Ciudad nunca tuvimos mayoría. No digo que vaya a ser fácil. No estoy minimizando el problema. Pero son las reglas del juego.

–¿Cuáles son las primeras medidas que va a encarar en Lanús?

–La primera, que abarca muchas áreas, es tener una presencia efectiva en la calle: que el vecino sienta que hay un Estado que, poco a poco, va a tener una presencia mayor. Vamos a tener un leitmotiv que va a ser “todos los días un poco mejor”. Que todos los días podamos detectar una mejora, aunque sea pequeña, en un barrio. Tenemos como misión que recrear una relación virtuosa, que está rota, entre el Estado y la sociedad. Necesitamos que la gente vuelva a creer en el Estado. Para eso hay que mostrarle cosas. Tenemos restricciones económicas, así que no es que el primer día todas las plazas de Lanús van a estar bien. Pero van a empezar a estar limpias. De cualquier manera, la preocupación mayor de los vecinos es la inseguridad y después viene la infraestructura urbana, porque está hecha pelota. Me preocupé de decirles a los vecinos en la campaña: “Ustedes van a tener un intendente presente en la calle”. Me voy a tomar el laburo todos los días de poner en la página de Internet qué voy a hacer ese día y voy a estar recorriendo la calle. Nos propusimos en la transición visitar algunos barrios.

–¿Va a mantener el programa de protección a personas trans que tiene el municipio?

–Sí, ¿por qué no? Me voy a reunir con el intendente, porque tenemos poca información. Vamos a empezar a meternos y ver. Tienen que presentar el presupuesto. Vamos a ver qué programas hay, qué recursos hay y lo que sea bueno lo vamos a sostener. Parecería que hay bastante poco, porque veo a la gente que recibe bastante poco. Parecería que el Estado en Lanús es una mochila y nada más.

–Usted aparece en una foto haciendo fuck you. ¿A quién le hacía fuck you?

–A Racing. Unos hinchas de Independiente me regalaron la camiseta de Tagliafico. Publicaron que era contra Julián Alvarez, pero no fue así.