“Ustedes no saben cuánto me gustaría volver a verlos. Y tampoco podré hacerlo el año próximo porque ya están compromisos fijados para Asia, África, y el mundo es más grande que Argentina”, anunció ayer el papa Francisco para explicar porqué tampoco vendrá al país el año que viene a través de un video subido al sitio de L’Osservatore Romano, el diario vaticano. “Hay que dividirse, dejo en manos del Señor que él me indique la fecha”, concluyó.

El cardenal Jorge Bergoglio se fue del país en marzo de 2013 rumbo al Vaticano donde resultó elegido papa y nunca regresó. Desde entonces siempre se especuló acerca de cuándo volvería para una visita, desde la primera versión que aseguraba que llegaría a fin de ese mismo 2013, todos los años surge una nueva versión. La más firme aseguraba que llegaría este 2016 con motivo del Bicentenario de la Independencia y para clausurar el Congreso Eucarístico Nacional que se realizaría en Tucumán. Pero luego el vocero vaticano descartó el viaje debido a las “muchas actividades” ya agendadas por Francisco para este año e imaginó que lo más probable sería pensar en 2017. Ayer, el Papa en persona se encargó de descartar su regreso a la Argentina, pese a que ya se hizo tiempo para visitar varios países del continente: Brasil, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Cuba, México y Estados Unidos.

En el video que grabó especialmente para los argentinos “teniendo en cuenta que el año que viene tampoco voy a poder ir”, Francisco aludió al Bicentenario y a dos hecho “muy importantes y muy fuertes” que van a suceder este año: “Uno es la beatificación de Mama Antula, una mujer que ayudó a consolidar la Argentina profunda y el otro es la próxima canonización del Cura Brochero, ese cura gaucho que tuvo compasión de sus queridos serranos y luchó por su dignificación”, enumeró.

“Para mí el pueblo argentino es mi pueblo, ustedes son importantes, yo sigo siendo argentino, yo todavía viajo con pasaporte argentino”, les transmitió el Papa a sus compatriotas, y agregó que “como pueblo son el mayor tesoro que tiene nuestra patria”. Y pidió a los argentinos que “una vez más, que se pongan la patria al hombro, esa patria que necesita que cada uno de nosotros le entreguemos lo mejor de nosotros mismos, para mejorar, crecer, madurar. Y esto nos hará lograr esa cultura del encuentro que supera todas estas culturas del descarte que hoy en el mundo se ofrecen por todas partes. Una cultura del encuentro donde cada uno tenga su lugar, que todo el mundo pueda vivir con dignidad y que se pueda expresar pacíficamente sin ser insultado o condenado, o agredido, o descartado”.

Transitó también algún lugar común. Como decir que es un país que tiene “todo”, que es “rico”, pero que “la riqueza más grande que tiene nuestra Patria es el pueblo, ese pueblo que sabe ser solidario, que sabe caminar uno junto a otro, que sabe ayudarse, que sabe respetarse”.

El anuncio dará para nuevas especulaciones sobre las tensiones en la relación del Papa con el presidente Mauricio Macri. En febrero pasado, Francisco recibió por primera vez a Macri en una entrevista que duró apenas 22 minutos y en la que nunca se le quitó el gesto de seriedad mortal, nada que ver con los largos y amistosos encuentros que había mantenido con Cristina Kirchner. El segundo episodio ocurrió cuando el Papa ordenó devolver la donación que el Gobierno había destinado para el proyecto Scholas Ocurrentes. Ahora, Francisco y Macri volverán a verse el próximo 16 de octubre, cuando el Presidente viaje junto a su mujer y su hija al Vaticano para la canonización del cura Brochero.