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Néstor Kirchner aprovechó la presentación del capítulo educativo del Plan Nacional de Seguridad para explicar uno de los aspectos más conflictivos del paquete de iniciativas anunciado por el Gobierno: la baja de la edad de imputabilidad a los 14 años. “Estamos ofreciendo los elementos de recuperación para aquellos chicos que han delinquido. Tenemos el gran desafío de terminar definitivamente con esta doble moral que azotó a los argentinos para volver a construir una sociedad que nos contenga a todos”, aseguró el Presidente.
El viernes, Kirchner presentó en la Casa Rosada una serie de iniciativas que vinculan el drama de la deserción escolar con la crisis de seguridad y que incluyen, entre otras cosas, 20 mil becas para evitar que los jóvenes abandonen el sistema educativo. Las nuevas medidas implican un incremento presupuestario de 17 millones de pesos y contarán con la asistencia técnica de Unicef.
En la presentación, el Presidente defendió la iniciativa de crear un régimen de derecho penal especial para los jóvenes entre los 14 y los 18 años, uno de los puntos más controvertidos del plan de seguridad elaborado por el Gobierno como respuesta al masivo reclamo liderado por Juan Carlos Blumberg. “Es un paso cualitativo importantísimo que se puede dar en la Argentina. El tema debe ser afrontado con una tremenda madurez y responsabilidad para dar una respuesta superadora al problema”, explicó Kirchner.
El Presidente aseguró que el nuevo sistema evitará que “los menores que hoy caen en figuras tan abyectas como las del patronato tengan el mismo tratamiento que los mayores, de manera que no se fomente la consolidación de futuros delincuentes en el propio sistema carcelario o en el sistema de menores que les toca vivir”.
Para Kirchner, los cambios en el sistema penal, combinados con el capítulo educativo del programa de seguridad, permitirán encarar con otras herramientas el problema de los jóvenes delincuentes. “Tenemos los elementos de recuperación para los menores que han delinquido”, explicó el santacruceño.
Para explicar la relación entre la falta de educación y la crisis de seguridad, Kirchner cedió la palabra al ministro de Educación, Daniel Filmus, quien ofreció algunos detalles acerca del programa denominado “Inclusión Escolar. Un abordaje integral para un país con mejor educación, justicia y seguridad”.
Citando datos proporcionados por la Secretaría de Justicia, Filmus sostuvo que sólo el 5 por ciento de los presos tiene la escuela secundaria completa: el 60 por ciento sólo completó la primaria y el 34 por ciento ni siquiera pudo concluirla.
Por eso, el eje del programa es evitar la deserción, asegurar la permanencia en la escuela y garantizar la reinserción escolar con una serie de iniciativas.
Entre otras medidas, el ministro anunció que se fortalecerán los programas de becas y recordó que actualmente se entregan 350 mil becas para alumnos del tercer ciclo de EGB y Polimodal. Filmus también explicó que se otorgará más presupuesto a los 250 centros de Actividades Juveniles que atienden a 46 mil jóvenes en las escuelas los sábados. Y anunció que se profundizará el Programa Nacional de Educación Solidaria, que promueve proyectos de aprendizaje y servicios en 5 mil escuelas solidarias.
Además, el ministro anunció que a partir de ahora los beneficiarios del Plan Jefas y Jefes de Hogar –unos dos millones en total– estarán obligados a una contraprestación nueva: deberán presentar cada seis meses la constancia de escolaridad de sus hijos para poder cobrar el subsidio.
Para implementar estas medidas, Kirchner se encargó de destacar la trascendencia del compromiso de los docentes. “Es muy importante el papel que juegan en esta tarea. Lo han hecho en peores circunstancias que las que hoy les ha tocado vivir y con una gran calidad didáctica y pedagógicapara ayudar a estructurar y llevar adelante estas iniciativas”, aseguró el santacruceño.
Sobre el final, Kirchner sintetizó los objetivos generales del paquete de medidas educativas. “La idea es encaminar a la inclusión social y a la igualdad de oportunidades. Miles de niños tendrán la mano reparadora de este Estado, que no mira al costado y que les permitirá tener una posibilidad y una viabilidad en el país. El crecimiento económico, la inclusión social y la educación nos ayudarán a generar un mejoramiento paulatino y nos permitirán avanzar en la creación de otra Argentina”, señaló Kirchner en la presentación.
Otro de los capítulos del plan de seguridad, el endurecimiento de las penas, había avanzado un paso más el jueves.
La Cámara de Diputados, con el apoyo del mayoritario bloque del Partido Justicialista, aprobó un proyecto que incluye el cumplimiento efectivo de la reclusión perpetua en el caso de los delitos aberrantes.
Ayer, justamente, el ministro del Interior Aníbal Fernández relativizó la importancia de las sanciones del Congreso. “Yo no digo que no haya que revisar determinadas conductas tipificadas en el Código Penal o que no haya que redefinir esa conducta o establecer un nuevo monto de las penas. Pero no estoy de acuerdo con que por una situación coyuntural como la que estamos viviendo se piense que con reformar una ley y aumentar la pena basta, porque el que comete el delito no tiene ni idea de qué se trata la pena que le pueden aplicar si lo toman in fraganti”, explicó el funcionario.
Por eso, Aníbal Fernández destacó el carácter integral del plan de seguridad elaborado por la Casa Rosada y la decisión de sumarle un capítulo destinado a la educación de los jóvenes. “O trabajamos de otra manera, con una fuerte prevención que nos permita sacar el delito antes de que tenga a la víctima en la mano o estaremos equivocando el camino”, explicó el funcionario.
Con otra visión, Juan Carlos Blumberg festejó ayer la decisión de los diputados de aprobar el endurecimiento de las penas. “Lo importante es que estamos de a poco avanzando en las propuestas que hicimos. Faltan algunas más, pero lo importante es que avancen. Eso es lo que a uno lo reconforta, que estamos avanzando”, aseguró.