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Aunque desde China el canciller Rafael Bielsa dio por terminado el entredicho con Estados Unidos, en la Argentina las declaraciones del funcionario del Departamento de Estado Roger Noriega siguen dando que hablar: el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, reiteró que la preocupación que manifestó Noriega a propósito de las protestas piqueteras no refleja la posición oficial de Washington, mientras varios dirigentes políticos cuestionaron los dichos del diplomático norteamericano y respaldaron la reacción del gobierno de Néstor Kirchner.
“Estados Unidos no ha dicho lo que dijo Noriega”, sostuvo Fernández y si bien buscó bajarle el tono a la polémica, no tuvo reparos en cuestionar al funcionario. No sólo afirmó que “se entretiene cada tanto hablando de la Argentina pero, si la conociera en profundidad, no diría las cosas que dice”, sino que además señaló que las declaraciones las formuló en “una reunión cuasi clandestina para hablar en off (the record) con un grupo de periodistas”. Fernández le reclamó a Noriega que sea “más mesurado” y destacó que desde la Argentina “nunca hablamos de las cosas que suceden en Estados Unidos, más allá de que tenemos nuestras opiniones”.
Uno de los que salió en apoyo de la respuesta de Kirchner frente a las declaraciones de Noriega fue el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra. “Me parece muy importante la posición independiente del Presidente de no verse sometido a ninguna presión”, subrayó. De todos modos, Ibarra pidió que “no sobredimensionemos las cosas” y evaluó que “desde una relación de independencia es necesario que la Argentina tenga una presencia internacional como antes no tuvo”.
También avaló la reacción del Gobierno el gobernador de Santa Fe, Jorge Obeid, otro de los integrantes de la comitiva presidencial en China. “Creo que ha sido una intervención de absoluto mal gusto, y que la Argentina no puede admitir de ninguna forma las declaraciones de Noriega”, opinó el gobernador santafesino.
Obeid dijo que “Estados Unidos tiene que entender que primero hay que mirar hacia adentro y después hacia afuera” e insistió en que fue “muy oportuna la declaración del canciller en cuanto a que la Argentina no ha emitido juicio público y hacia afuera pese a que tiene su valoración sobre las cosas que se están haciendo con los prisioneros en Irak, en Guantánamo”. En cuanto al tema en sí de la protesta piquetera, el santafesino manifestó compartir “la posición del Presidente, que es buscar los equilibrios frente a un conflicto y no tratar de ninguna manera de resolverlo con el uso de la fuerza”.
El diputado socialista Jorge Rivas advirtió, por su parte, que las declaraciones del funcionario norteamericano “constituyen un fuerte respaldo para los sectores internos que exigen mano dura contra los piqueteros” y consideró que las mismas “no hacen más que reproducir el conocido proceder intervencionista” de Washington. “Así lo hicieron en Haití, Venezuela o Cuba, países en los que ha intervenido o interviene para socavar a sus respectivos gobiernos, mediante el auspicio de fuerzas desestabilizadoras cuyas banderas comparte”, agregó el legislador y recordó que ésa fue la razón del rechazo de su partido al envío de tropas a Haití. “La intromisión de Noriega –principal promotor del derrocamiento de Aristide e impulsor de la ocupación de Haití– en asuntos internos de la Argentina nos está dando la razón”, concluyó.