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Por F. Y.

Las revueltas populares de los últimos días que provocaron el pedido de mano dura desde distintos sectores políticos y desde el establishment tuvieron su correlato en la Cámara baja. Se tradujeron en el pedido de interpelación a los ministros Alberto Fernández y Gustavo Beliz. Las solicitudes, que no prosperaron, desataron un intenso debate que dejó a la UCR y al ARI aliados a los bloques proclives a la represión que representan los partidos provinciales.
Tal vez la voz que mejor desnudó la estrategia de los sectores que promueven la represión y la criminalización de la protesta social fue la del diputado socialista Jorge Rivas. El legislador dijo que se estaba buscando “poner por encima de la resolución de las demandas sociales, las demandas civiles”. La frase sirvió para encubrir la situación interna del justicialismo, donde todavía subsiste el conflicto entre duhaldistas y kirchneristas. Incluso obró como amalgama, ya que durante las primeras horas de la tarde de ayer, algunos kirchneristas dudaban si tendrían el respaldo de los bonaerenses, lo que los llevó a proponer no bajar al recinto. Esta puede ser la razón por la que por primera vez Rivas recibió un cerrado aplauso de las bancas oficialistas. Mario Cafiero, del bloque Soberanía Popular, también en la misma línea, consideró que el pedido de interpelación se centraba en la criminalización de la protesta. Ambos legisladores fueron largamente abucheados por los radicales.
Luis Molinari Romero hizo las veces de vocero del bloque de la UCR. El cordobés centró su discurso en la preocupación que genera las tomas de comisarías y la sucesivas protestas piqueteras. Destacó la inexistencia de voluntad política desde el gobierno de Néstor Kirchner para “hacer cumplir con la ley”, por si acaso aclaró que ello no significa represión ni mano dura. En su discurso, Molinari creyó ver crisis de gobernabilidad y propuso una convocatoria a los líderes partidarios para alcanzar un acuerdo democrático para luchar contra la pobreza. Así, el radical sin proponérselo terminó de abroquelar al PJ.
Superada la votación, la UCR se retiró antes del homenaje a Juan Domingo Perón. Horacio Pernasetti lo justificó diciendo que “nos vamos porque queremos manifestar nuestra oposición a seguir funcionando como estamos haciendo. Este es nuestro homenaje a la política”.