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La conducción del bloque de diputados justicialistas consideró como un éxito la aprobación del dictamen acusatorio contra el menemista juez de la Corte, Adolfo Vázquez. Es más, se preocuparon en destacar que la votación contra el supremo fue superior a la realizada durante el proceso contra Eduardo Moliné O’Connor a pesar de haber mostrado un alto grado de ausentismo entre su propia tropa. De todas formas, en el Senado ya hay legisladores del PJ que anticipan que en 15 días se suspenderá al cortesano sin goce de haberes. En tanto, el titular de la Comisión de Juicio Político Ricardo Falú se animó a anticipar la destitución del magistrado porque “no hay lógica que resista otro desenlace”.
El que no se mostró contento fue, qué duda cabe, el cortesano Vázquez, quien aseguró que no renunciará y “dará lucha hasta donde pueda” porque “me voy muerto o echado” (ver aparte). Falú no dudó en responderle al juez en desgracia y señaló que “si se sigue el ritmo procesal que hubo con Moliné, en el mes de diciembre ya va a haber veredicto” sobre Vázquez “con una fuerte votación”. “La verdad es una, no hay dos verdades, y la verdad es que hubo una escandalosa sentencia aprobando un escandaloso fraude contra el dinero del pueblo”, sostuvo Falú en alusión el caso Meller, principal punto de la acusación.
El diputado tucumano no habla por boca de ganso, en el Senado ya se dieron señales favorables con respecto a la suerte que correrá el caso Vázquez. Senadores justicialistas dejaron trascender que el análisis de las causas será mucho más rápido porque son similares a las que pesaban contra Moliné. “El hecho de que el juez se reivindique peronista no afectará la integridad del bloque. Además, a pesar de lo que diga Vázquez, nunca fue amigo de (Carlos) Menem”, reconoció a este diario un senador del PJ. La frase hace alusión a la posible actitud que tomará Eduardo Menem frente al nuevo juicio y quien supo actuar como un verdadero defensor oficial de Moliné durante su proceso.
En la bancada radical también hay señales de cambio. Todo indica que en esta oportunidad no se opondrán al juicio político como sucedió con Moliné. “Ya no está al frente del bloque (Carlos) Maestro. La situación no es la misma. Además, a este tipo (por Vázquez) no lo salva nadie”, reconoció un senador radical.
Alejados de los cruces de declaraciones y de las especulaciones en la Cámara alta, en el bloque oficialista había un excesivo entusiasmo por haber superado la resistencia de un importante grupo de legisladores del PJ que se resistían a iniciar el juicio político al único magistrado peronista que subsiste en la Corte. De todas formas, y más allá de lo que mostraba ayer poco después de la una de la madrugada –164 votos a favor, 21 en contra y 6 abstenciones– el dato objetivo que mostró el detalle de la votación fue que un tercio de la bancada justicialista retaceó su respaldo al juicio político.
La nómina que se publica cada vez que se produce una votación nominal demostró que en el oficialismo hubo 33 ausentes al momento de votar las quince causas contra Vázquez. Entre los que faltaron algunos desaparecieron a la hora de emitir el voto y se destacaron Oscar Lamberto (Santa Fe), los menemistas Lelia Chaya (Salta) y Oscar González (Córdoba), los duhaldistas Jorge Casanovas y Oscar Rodríguez, Humberto Roggero (Córdoba), los porteños Cristian Ritondo e Irma Roy y Angel Baltuzzi (Santa Fe), este último no tuvo empacho en mostrarse en los pasillos de la Cámara baja reconociendo ante el primero que se le cruzara que no apoya el juicio contra Vázquez por considerar que se perseguía a un compañero y que el gobierno nacional nada decía con respecto a los jueces de la Corte que responden a la UCR.
Entre los que directamente nunca pisaron el recinto se destaca Carlos Ruckauf, los menemistas Adrián Menem y Manuel Baladrón (La Pampa), los duhaldistas Daniel Basile y Jorge Villaverde. Cuatro diputados del PJ fueron los que votaron en contra y son los menemistas José Figueroa, Griselda Herrera y Gladys Cáceres, y el santafesino Carlos Larreguy.
De todas formas, el grueso del PJ logró retener en el recinto a 90 miembros, algo menos de los que habían prometido los conductores de la bancada y que a pesar de vanagloriarse de haber cosechado más votos que durante el juicio a Moliné, lo cierto es que la interna que por estos días se desarrolla en el subsuelo se hizo sentir.