EL PAíS › PIDEN QUE CARRIO Y LOPEZ MURPHY SEAN CONVOCADOS
Las condiciones de la UCR
Luego de una reunión encabezada por su titular, Angel Rozas, el radicalismo aceptó ayer concurrir al diálogo político convocado por el Gobierno, aunque con dos condiciones: que también se convoque a Elisa Carrió, Ricardo López Murphy y Luis Zamora y que se realice sobre una agenda definida. La UCR confirma así su decisión de sentarse a conversar, al tiempo que busca un perfil menos contemplativo para un diálogo que nació devaluado.
Además de Rozas, en la reunión participaron los jefes de los bloques parlamentarios, Mario Losada y Horacio Pernasetti, y los titulares de los 24 distritos. Como sucede en este tipo de cónclaves interminables, cada uno dijo lo suyo. El único que se opuso de manera tajante fue el senador por Santa Cruz, eterno derrotado por el kirchnerismo, Carlos Prades. El ex gobernador de Río Negro Pablo Verani viene haciendo esfuerzos por marcar diferencias con Rozas desde que perdió la disputa por la jefatura partidaria y ayer fue enfático al reclamar “un diálogo que no sea sólo para la foto”.
Más allá de estas diferencias puntuales, la mayoría coincidió en la decisión de aceptar la invitación oficial, aunque con dos reclamos. “Tienen que estar todos los partidos con representación parlamentaria. Aspiramos a que no sea la UCR la única fuerza política convocada al diálogo, porque un diálogo mano a mano, exclusivo con el radicalismo, no tiene mucho valor”, se sinceró el chaqueño.
Cuando le recordaron que Carrió rechazó la convocatoria y que López Murphy puso reparos, Rozas los cuestionó con dureza. “Deberían abandonar las posiciones mezquinas y sectarias. Eso estaría cerca del fundamentalismo. Es un pésimo error creer que no pueden conversar con el Gobierno”, aseguró.
Como segundo punto, Rozas explicó que la UCR reclama una agenda concreta, que incluya temas como la modificación de los planes sociales, la deuda externa y la relación con los organismos internacionales. Finalmente, el ex gobernador explicó que hoy se comunicará con Alberto Fernández para transmitirle la decisión del partido.
La aceptación condicionada es el modo que encontró el radicalismo para mostrarse como una fuerza opositora sin rechazar, como Carrió o López Murphy, la invitación del Gobierno, que dos semanas atrás decidió abrir el diálogo con los partidos políticos. El equilibrio es problemático y se notó en las declaraciones. “No se puede invitar sólo a quien cree que va a encontrar ecos favorable. Si así fuera, no podrá invitar a la UCR”, se esforzó por aclarar Rozas. “Concurriendo al diálogo, la UCR demuestra que es oposición a este gobierno”, resumió el bonaerense César Martucci.