EL PAíS › PARA RECORTARLE LA LICENCIA, TERMINARON VOTANDO EL ARI, LOS DUHALDISTAS Y LOS MENEMISTAS. PARA PEOR, FUE IRREGULAR QUE EL TEMA SIQUIERA FUERA DEBATIDO. LAS RAZONES DE ESA ALIANZA Y CóMO SALIR DE ESE PAPELóN.
Cómo fue la rara alianza contra Ocaña en Diputados
Por Felipe Yapur
La polémica que se desató por la licencia que Graciela Ocaña solicitó en la Cámara de Diputados para continuar frente al PAMI carece, como todo lo que sucede en la vida política, de una causa única. Lo sospechoso, en todo caso, es la extraña confluencia que se gestó alrededor de la diminuta interventora de la mayor obra social del país. En ella, como en un oscuro campo de batalla, se aliaron el ARI, el duhaldismo y el menemismo. Todo indica que el partido de Elisa Carrió lo hizo en pos de recuperar una banca que considera perdida. Si es así ¿el duhaldismo y el menemismo participan para provocar un terremoto en el gobierno de Néstor Kirchner? ¿O por recuperar el control de esa caja millonaria que representa el PAMI?
El tratamiento de la licencia de un diputado es un tema menor en la Cámara baja. En general se anuncia en la reunión de Labor Parlamentaria, donde los presidentes de bloque acuerdan el temario, y al comienzo de la sesión el presidente del cuerpo pone en consideración los pedidos, que siempre se aprueban sin más. Pero el miércoles pasado, Eduardo Camaño cambió la tradición al permitir el debate y –como lo ven en la Rosada– que se vapulee no sólo a una legisladora, sino a un funcionario del Gobierno. Lo extraño es que, amén de la oposición del ARI, las principales críticas surgieron de la entraña misma del PJ, donde tanto Camaño como el presidente de la bancada, José María Díaz Bancalari, mantuvieron una actitud por lo menos, complaciente.
u Las razones del ARI. En el partido que fundó Carrió sostienen que la posición que expresaron en el recinto es histórica y tiene un fuerte contenido ético. En rigor, desde hace tiempo el ARI vienen planteando la necesidad de que todo aquel legislador que pase a cumplir funciones en el Ejecutivo debe renunciar, porque no puede ser el representante de dos poderes de la República. Una posición que mantienen más allá de que el reglamento de la Cámara baja prevea la posibilidad de que un diputado asuma un puesto ejecutivo de manera temporal. Incluso prevé durante el lapso de la licencia, que pueda asumir el suplente del legislador en cuestión.
La exposición del presidente de la bancada del ARI, Eduardo Macaluse, hizo de puerta de ingreso para que diputados del PJ, enrolados en el menemismo y el duhaldismo, se explayaran con críticas a la gestión de la interventora. “La ética no tiene oportunidad. Se expresa y siempre molesta. Además, es problema de ella, que eligió ser funcionaria de un gobierno que conduce el PJ y que tiene a (Luis) Barrionuevo en sus filas”, aseguró a este diario un legislador del ARI.
Más allá de la honestidad del reclamo de la banca que hace el partido de Carrió, lo cierto es que entregaron a una ex compañera a las críticas de Graciela Camaño, la esposa de Barrionuevo y uno de los principales enemigos de Ocaña en el PAMI. “Nosotros no acordamos nada. Ellos (el PJ) hacen su juego. Es más, a Graciela le hicimos decir que por un tiempo no íbamos a criticar su gestión. Ese tiempo se agotó, porque además lo que está haciendo en el PAMI no era lo que expresamos en nuestra plataforma”, advirtió el diputado arista.
u Las razones del PJ. El bloque oficialista está todavía muy lejos de ser homogéneo y es posible, como siempre ocurrió, que nunca se unifique totalmente. Existen heridas todavía muy abiertas. El menemismo mastica bronca y su estrategia, ante la debilidad y escasez de representantes que padece, es provocar daño a la primera oportunidad. El caso Ocaña fue una. Además, la interventora está desarticulando el entramado que dejaron los años de gestión menemista en el PAMI, tiempo en el que se desguazó el instituto bajo el mando de Matilde Menéndez y Víctor Alderete. Fueron grandes fondos malgastados o desviados, dejando sin prestación a los jubilados.
El duhaldismo, en cambio, disputa el control político del partido con el kirchnerismo y si bien acompaña las iniciativas del Gobierno, por orden de Eduardo Duhalde, hay temas en los que el ex presidente ni siquiera controla, en el mejor de los casos, a su propia esposa Hilda “Chiche” Duhalde. En este grupo está Graciela Camaño y desde el mismo momento en que Ocaña asumió en el PAMI, la esposa de Barrionuevo buscó “perjudicar” a la delfín presidencial en el PAMI. En la Rosada tomaron nota y recomendaron a la conducción del bloque y a la Cámara que se controle esta situación. Poco y nada hicieron, y la muestra fue la sesión del miércoles. La situación generó fuertes quejas desde los principales despachos de la Rosada. Las protestas tuvieron como principal destinatario el despacho de Eduardo Camaño, pero también hubo un llamado al jefe del bloque.
“La Negra (Camaño) hace su juego, es la esposa de Barrionuevo, con todo lo que ello significa, tanto en lo político como en dinero. Ocaña está tocando intereses que no le son extraños. El problema es que en el bloque es un engranaje fundamental a la hora de garantizar la aprobación de proyectos del Ejecutivo, que son resistidos. Allí reside su valor y por eso ni Camaño ni Díaz Bancalari se animan a ponerle un freno”, confió a Página/12 un diputado justicialista que conoce bien la vida interior del bloque.
De acuerdo con esa lectura, Camaño privilegió satisfacer las necesidades del bloque a riesgo de que la sesión sea cuestionada por irregular al modificar el plazo de una licencia, sin ponerla a consideración del cuerpo. Incluso lo hizo a sabiendas de la reprimenda que ello provocaría. El argumento del bonaerense es que la reducción se acordó en la reunión de Labor Parlamentaria. Sólo que hay por lo menos tres presidentes de bloque que aseguran que nunca se trató el tema.
Camaño creyó que la mejor solución a su gaffe era pedirle a Ocaña que le remita una nota solicitando una extensión de su licencia hasta fin de año. Desde el PAMI dijeron que no, porque sostienen que ya existe una nota que dice expresamente que la licencia era hasta el último día de diciembre. La negativa obligará a Camaño a buscar otra alternativa y rápido, porque el Presidente le pidió que resuelva el entuerto. “No midió las consecuencias y ahora está desesperado tratando de resolver el problema”, advirtió el legislador justicialista consultado.