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Desde Chile, Carlos Menem no se priva de hacer declaraciones críticas hacia Néstor Kirchner. Pero la Justicia argentina sigue cerrándole la frontera y complicando sus planes políticos. Ayer, el juez federal Jorge Urso rechazó un pedido de exención de prisión para el ex presidente, argumentando que no corresponde otorgarle ese beneficio pues se encuentra prófugo en la causa en la que se lo investiga por presuntos sobreprecios en la construcción de cárceles durante su mandato. Esto significa que si Menem decide regresar al país, sería detenido, por lo menos, por unas horas.
La solicitud no fue presentada por los abogados de Menem en ese expediente sino por integrantes de una agrupación interna del justicialismo denominada “Menem Vuelve”, representada por el abogado Enrique Piragini. Los militantes de esa organización llevaron el planteo a tribunales con el presunto objetivo de que el ex mandatario pudiera regresar al país sin correr riesgos de quedar detenido.
La exención de prisión no debe pedirla necesariamente el abogado del imputado: según las leyes procesales argentinas, puede hacerlo cualquier persona, aun cuando no tenga relación directa con los expedientes en trámite. Sobre esa base, Urso decidió tomar por válido el pedido, pese a que uno de los abogados de Menem, Luis Paglietti, le pidió expresamente que no lo tomara en cuenta. De hecho, en sus declaraciones Menem aclaró que él no había tenido esa inquietud.
El juez rechazó la solicitud porque el ex presidente “no está a derecho”, pues tiene dos pedidos de captura nacional e internacional que no se efectivizaron aún porque está residiendo en Chile. Además de Urso, también lo declaró en rebeldía el juez federal Norberto Oyarbide, que lo investiga por la presunta omisión maliciosa en su declaración jurada.
Desde Santiago de Chile, donde reside con su esposa Cecilia Bolocco y su hijo Máximo Saúl, el ex presidente insistió en que si está “bien física e intelectualmente, quizás haga una incursión con la posibilidad de competir con éxito” en las elecciones presidenciales de octubre de 2007.
En diálogo con el programa Infocampo, de Radio Belgrano, volvió a defender sus diez años de gobierno, que calificó de “brillantes”. Al asegurar que el Presidente dejó sin autoridades al PJ, Menem argumentó que “Kirchner no es peronista, es transversalista, y sabemos muy bien que el justicialismo es un movimiento totalmente de centro y no tiene nada que ver con la izquierda”.
El Consejo Nacional del PJ está acéfalo desde fines de marzo, a partir de la renuncia del gobernador jujeño Eduardo Fellner, quien apenas estuvo tres días en su cargo, después de un bochornoso Congreso en Parque Norte.