EL PAíS › ARGENTINA LE DIO STATUS DE ECONOMIA DE MERCADO A CHINA

Una concesión con restricciones

A cambio, China abrirá su mercado a una serie de productos agropecuarios argentinos. El Gobierno convocó para hoy a un grupo de empresarios que podrían ser afectados por la nueva condición otorgada al gigante asiático. Para protegerlos, habrá restricciones en algunos rubros.

 Por David Cufré

La negociación se cerró por teléfono celular, con el ministro de Comercio chino, Li Changjiang, a punto de subir al avión. Del otro lado, Roberto Lavagna, acompañado por el secretario de Agricultura, Miguel Campos, terminaba de pulir el acuerdo que abrirá las puertas del gigante asiático a carnes y frutas argentinas. Tanta demora en la definición es la muestra más evidente de lo complicado que resultaron las conversaciones, y no sólo por la necesidad de recurrir a intérpretes. Detrás de un protocolo rígido pero cargado de gestos amables, los funcionarios chinos no vacilaron en hacer una demostración de poder cuando lo juzgaron necesario. Hasta no obtener lo que querían, no darían el sí a nada, incluidas las inversiones por 20.000 millones de dólares que por ahora figuran como promesa en “cartas de intención”. Finalmente, consiguieron su objetivo: el reconocimiento como economía de mercado, lo que garantiza el acceso de sus exportaciones.
“Nosotros hablábamos de peras y ellos de que abriéramos nuestra economía”, comentó a Página/12 una fuente del Palacio de Hacienda para demostrar la disparidad de temas en juego. El acuerdo, en definitiva, resultó más o menos eso. China levantó barreras fitosanitarias que impedían el ingreso de carne bovina y aviar, así como de peras y manzanas. Además, quedó prácticamente establecido que en marzo podrán exportarse cítricos dulces (naranjas, mandarinas y pomelos), y un poco más adelante, tabaco, otros productos cárnicos (de genética bovina), semen y embriones y aceite crudo de soja. Respecto de este último commodity, en diciembre viajará un equipo técnico a Beijing para apurar la negociación. La Argentina, por su parte, autorizó la importación de tripas saladas porcinas y ajos frescos. Su otra concesión, la que es verdaderamente importante, es considerar a China como una economía de mercado.
El Gobierno convocó para hoy a empresarios de los rubros industriales que podrían resultar más perjudicados por el cambio de status chino para explicar el alcance de la decisión. Anoche, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, aclaró que hoy se darán a conocer los detalles del acuerdo. Mientras China no obtenga el reconocimiento como economía de mercado, la Argentina puede bloquear sus exportaciones sin atenerse a las reglas de la Organización Mundial de Comercio. Una vez que lo haga, las herramientas para frenar una invasión de mercaderías son las de la OMC, mucho menos poderosas. Aldo Karagozian, presidente de la cámara textil ProTejer, alertó en diálogo con este diario que “los trámites y los plazos para demostrar que las importaciones están dañando a un sector demoran tanto que cuando se prueba el perjuicio ya es tarde, porque quedó el tendal de empresas cerradas”.
En la Casa Rosada señalaron que la consideración como economía de mercado será “parcial”, puesto que “habrá mecanismos para defender a los rubros fabriles” más sensibles al ingreso de productos chinos, como textiles, calzados, juguetes y productos de acero. Esos fueron los sectores invitados por el Gobierno para interiorizarlos de los términos del acuerdo. La protección consistiría, como anticipó Página/12 anteayer, en fijar cuotas a la importación, una alternativa que la Argentina utilizó en la década del 70, hasta que José Alfredo Martínez de Hoz liberalizó totalmente el comercio con el país asiático. El objetivo del Gobierno sería “duplicar los montos de intercambio comercial”. La pregunta que se hacían anoche los empresarios es en qué lapso.
El tema acaparó ayer plenamente su atención. Varios de ellos hicieron conocer su preocupación al Ministerio de Economía y a la Cancillería.
Luis Pagani, presidente de la Asociación Empresaria Argentina y titular de Arcor, y Alberto Alvarez Gaiani, presidente de la Unión Industrial, se lo manifestaron a Lavagna en un desayuno con el presidente chino, Hu Jintao. El ministro participó del encuentro agotado, luego de trabajar la noche previa hasta las cuatro de la madrugada para alcanzar un acuerdo. Junto a él estuvieron el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el canciller, Rafael Bielsa. Por otro lado, el secretario Campos esperaba que concluyera esa negociación para poder cerrar los otros convenios comerciales en materia agropecuaria.
La posibilidad de poder comenzar a exportar carnes y frutas daría lugar a negocios el próximo año por unos 300 millones de dólares. Esa es la estimación que hizo la Secretaría de Agricultura, pero aclaró que la cifra puede multiplicarse una vez que se aceiten las relaciones comerciales. Para el sector rural, el acuerdo es muy beneficioso. En el caso de la carne bovina, se autorizó la exportación de la proveniente del sur del paralelo 42, considerada libre de aftosa, mientras que el resto del país conseguirá el permiso en enero próximo.

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El ministro de Economía, Roberto Lavagna, y el presidente chino, Hu Jintao, en la reunión.
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