EL PAíS
Siete preguntas sobre las bombas en cuatro bancos
La intención de los que las colocaron y su falta de experiencia. Matar o simplemente hacer ruido. Lo difícil de identificar a siete u ocho miembros del grupo. Su identidad ideológica.
Por Raúl Kollmann
1 ¿Cuál fue la intención de los artefactos explosivos en los cajeros?
Según los informes periciales y la opinión de los especialistas, las bombas fueron armadas para que estallaran en la madrugada, en un horario en el que no suele haber nadie en los cajeros automáticos. En fuentes cercanas al juez Daniel Rafecas y al fiscal Gerardo Pollicita, se confirmó lo adelantado en exclusiva por Página/12 el jueves: los cuatro artefactos, todos iguales, se armaron mal, con demasiada parafina, y lo cierto es que no explotaron.
2 De todas maneras, sí hubo explosiones, ¿cómo fueron?
Lo previsto era que el ácido, seguramente sulfúrico, fuera comiendo una capa de parafina y, al juntarse ácido con pólvora negra, se produjera la explosión. Sin embargo, el ácido nunca terminó de pasar hacia la pólvora. Lo que ocurrió es que el vigilador privado Jorge Richiutti tomó el paquete en las manos, automáticamente se movió hacia abajo el ácido y se produjo la explosión de una de las dos bombas que estaban en esa bolsa. En el segundo banco ocurrió lo mismo: un encargado tomó el paquete, pero escuchó uno sonido parecido al de una cañita voladora, por lo cual lo tiró enseguida. Ahí explotó. En el tercer banco, al artefacto lo hizo estallar la División Explosivos de la Policía Federal.
3 ¿Qué conclusiones existen sobre el grupo que puso las bombas?
En principio, se trata de un grupo de improvisados y, por lo que se ve en las imágenes de las cámaras de seguridad, al menos actuaron cuatro jóvenes. Es posible que alguien más haya colaborado manejando un auto y aunque en las imágenes se ve a una chica haciendo de campana en uno de los bancos, es posible que en los otros bancos también hubiera quien jugó ese papel. Por lo tanto, se habla de un grupo de siete u ocho personas. El grado de improvisación surge del hecho de que pusieron las bombas a la una de la mañana, sin mecanismo de relojería y, por la forma casera en que fueron armadas, las fallas hicieron que explotaran cerca de las nueve y sólo porque alguien las movió. Podría ser que alguien, con experiencia, haya querido simular ese grado de improvisación, pero tanto el juzgado como los especialistas coinciden en que es poco probable.
4 ¿Pretendían matar o herir gravemente a alguien?
El diagnóstico que existe hasta el momento es que no. Da toda la impresión de que se quiso hacer ruido, romper vidrios, producir estragos, pero sin matar ni herir a nadie. Si, como afirmaba un testigo, que resultó desmentido por las imágenes de las cámaras de seguridad, las bombas se hubieran colocado a las siete de la mañana, resultaba evidente que el objetivo era herir o matar a alguien, porque a partir de esa hora a los cajeros entra mucha gente. Pero en este caso se colocaron los artefactos a la una, tal como ha ocurrido en al menos diez casos en los últimos dos años. Según los investigadores, las bombas del miércoles se parecen mucho a un artefacto puesto en el Banco Patagonia Sudameris de la avenida Cabildo, el 1° de septiembre. Esa vez sí explotó cerca de las dos de la mañana.
5 ¿Se trata de un grupo de derecha o de izquierda?
El Gobierno, a través del ministro Aníbal Fernández, habla de mano de obra desocupada, o sea de un grupo de ex integrantes de las fuerzas de seguridad, armadas o de inteligencia. O bien un grupo de jóvenes identificados con ellos. Sucede que el momento político, con la visita de los presidentes de China y Corea, y los reyes de España, sumado a las sucesivas purgas que hubo en las fuerzas de seguridad, parecen indicar que alguien de esa franja ideológica quiso, mediante las bombas, producir repercusión nacional e internacional. El mensaje sería que en la Argentina no habrá tranquilidad si no se les da más poder a las fuerzas de seguridad e inteligencia. Hay antecedentes de bombas que claramente fueron puestas por la llamada mano de obra desocupada. Hubo una oleada en los cines, en tiempos de Raúl Alfonsín, se repitieron invariablemente las amenazas de bomba en tiempos electorales y el 20 de diciembre pasado se colocó un artefacto en Plaza de Mayo justo cuando había una marcha de piqueteros y partidos de izquierda. En la Casa Rosada tampoco descartan del todo que los artefactos explosivos hayan sido obra de un grupito de estudiantes, ubicado a la izquierda de los partidos de izquierda. El antecedente en este caso es el explosivo que les estalló a dos militantes que se fueron en su momento de la agrupación Hijos y que resultaron heridos hace dos años, cuando el artefacto les estalló en el auto a la madrugada. ¿Por qué nadie reivindicó las bombas? La respuesta que dan en Tribunales es sencilla: nadie reivindica un fracaso.
6 ¿Será posible encontrar a los responsables?
No va a ser fácil. Los elementos usados para armar las bombas son fáciles de comprar. La pólvora está en los elementos pirotécnicos, pero también se puede preparar comprando por separado los elementos químicos. Obviamente, el caño de gas y la parafina de las velas están al alcance de cualquiera. De manera que rastrear el origen de los elementos es imposible. Los investigadores creen que, dentro de un grupo de ese estilo, los integrantes están preparados para ser partícipes de una aventura para llamar la atención, no para ser partícipes de un homicidio. Por lo tanto no se puede descartar para nada que alguna información surja de algún miembro disconforme del propio grupo. Sin embargo, no es una posibilidad muy cierta. La otra alternativa es que alguien haya visto uno de los autos que se usaron. El juez Rafecas ordenó que se relevaran todas las zonas adyacentes a los bancos para encontrar comercios que estuvieran abiertos a la madrugada. La idea es determinar si alguien vio alguno de los vehículos. ¿Sirven las huellas digitales que según parece dejaron en algún vidrio? Es muy difícil. Los vidrios saltaron en pedazos y el antecedente más reciente lleva al pesimismo: algunos de los secuestradores más notorios de la Argentina estuvieron presos, con documento falso, en comisarías. Sin embargo, no se chequearon bien las huellas digitales, los dejaron libres y en condiciones de seguir secuestrando.
7 ¿Se pudo evitar la muerte del vigilador?
Sí, sin dudas. Un vigilador debía estar entrenado para no tocar un paquete sospechoso, más todavía teniendo en cuenta que hay antecedentes de artefactos explosivos en cajeros automáticos. Peor aún fue lo ocurrido con el policía federal que resultó herido cuando una señora se cruzó en la operación de detonación: hoy en día no se detona un artefacto explosivo sin tomar las mayores precauciones. Actualmente estallan bombas caseras casi todos los días en algún lugar del mundo, especialmente en Europa o Estados Unidos. No se trata de terroristas sofisticados sino de grupos de distinto signo ideológico que a veces lo hacen para protestar por la legalización del aborto, oponerse a los Juegos Olímpicos, recordar un aniversario o lo que sea. Ello requiere de un mínimo de preparación de quienes tienen que ver con tareas de seguridad.