EL PAíS
“Los que no entren al canje pueden quedarse indefinidamente en default”
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, salió así al cruce de las presiones de los acreedores que obligaron a postergar el canje de la deuda en el exterior. Lavagna se reunirá mañana con el jefe de Gabinete para analizar cómo sigue el proceso.
Mañana a primera hora, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, se reunirán a analizar en detalle cómo sigue el proceso de negociación de la deuda luego de la sorpresa del viernes, cuando una maniobra de los acreedores obligó a postergar el canje en todas las plazas del mundo menos en Buenos Aires. “Ya hemos dado mucho tiempo a los acreedores. Este es el momento en el cual los que tienen bonos tienen que optar”, aseguró ayer Lavagna, ratificando la decisión del Gobierno de seguir adelante, mientras en la Casa Rosada se evaluaban diferentes hipótesis, más o menos conspirativas, sobre los motivos y los responsables del sacudón.
El viernes, en apenas seis horas y media, el Gobierno contempló azorado cómo se deshacía la complicadísima operación de canje de la deuda, planificada con esmero desde hacía meses. El Bank of New York, encargado de recibir los viejos títulos y cambiarlos por nuevos, anunció que renunciaba a la tarea debido a su complejidad técnica. Casi al mismo tiempo, la comisión de valores italiana (Consob), responsable de autorizar el canje en una plaza estratégica por la cantidad de acreedores, pidió precisiones que demoran de hecho el proceso.
La reacción del Gobierno fue ratificar la decisión de avanzar con el canje en Buenos Aires en los términos previstos. Ayer, Lavgana dio un paso más: alertó a los acreedores que no se presenten al canje sobre el riesgo de quedarse sin nada. “Este es el momento en que no tienen que intervenir más los comisionistas, los lobbistas, ni los que hacen presiones políticas. El prospecto de venta advierte claramente sobre el riesgo de que quien no entre (al canje) permanezca después en situación de default quizá de manera indefinida. Y los bonos que hoy están en default pero que se siguen negociando en los mercados pueden perder liquidez, precisamente porque hay ya emitida una nueva deuda”, explicó el ministro en declaraciones a Radio del Plata.
Comunicado siempre con Néstor Kirchner, que ayer volvió de Costa Rica (ver aparte), Lavagna conversó ayer con Alberto Fernández. Una alta fuente del Gobierno explicó la estrategia tentativa de la Argentina para superar el sacudón:
u En principio, avanzar con el canje de Buenos Aires a partir del 29 de noviembre, tal como estaba previsto. Economía informó que los bonistas extranjeros podrán incorporarse. Y agregó que la suba de los bonos registrada en los últimos días es un indicio de que las cosas marchan razonablemente bien.
u Como segundo paso, la idea es ir abriendo el canje a medida que se vayan resolviendo las situaciones en las diferentes plazas del mundo. En Italia, por ejemplo, la Consob pidió una prórroga hasta el 20 de diciembre, lo cual en los hechos implicaría abrir la operación a mediados de enero. Aún no hubo respuestas de Alemania y Japón, donde también está previsto realizar la operatoria.
u En cuanto a Estados Unidos, la idea sería buscar otro banco que se ocupe de la operatoria, aunque es difícil que alguna entidad se haga cargo para el 29 de noviembre.
Más allá de los pasos a futuro, en el Gobierno especulaban con los responsables de la maniobra. El viernes, en la Casa Rosada señalaban a tres hombres: Jacques de Larosière, ex funcionario del FMI y actual asesor del Banque Nationale de Paris; William Rhodes, ejecutivo del Citibank y gran conocer del negocio de la deuda en Latinoamérica, y Charles Dallara, director del Institute of International Finance.
Ayer, una importante fuente del Gobierno agregaba una nueva interpretación. “Más allá de quiénes fueron los responsables, el objetivo es patear para adelante el canje, retrasarlo un tiempo, y de ese modo pegarlo a renegociación con el FMI”, explicaba el funcionario, en referencia al nuevo diálogo con el organismo previsto para el 15 de enero. “De este modo creen que van a poder unir fuerzas y conseguir algo más, pero nosotros no vamos a aflojar”, concluía.